DESTINADOS

Bajo su Encanto

Capitulo 6

-Todo por Tenerlo-

En algún lugar del mundo

Lo habían rescatado.

Situación que Arthur Crouch agradeció y pensó que todo sería increíble para él a partir de ese momento.

Después de ser despetrificado, fantaseo con que sería recibido por su gran Señor, que, personalmente le agradecería por haber hecho todo por cumplir su palabra para que él tuviera a su Omega y que, en pago justo, recibiría los huesos de su padre, Barty Crouch Jr.

-Madre, todo esto lo hice por ti. – Justificó sus acciones, raptar a Félix Cartier, todas sus mentiras para con Megan y el hecho de haber logrado que Draco y Harry fueran capturados.

Recordó la noche en la que después de dejar a Megan en su casa, se fue corriendo hacia la guarida de Voldemort y tomando su recuerdo, se lo entregó para que él viera en un pensadero que no mentía y no había duda, Harry Potter, su Omega, estaba oculto en San Mungo y como decía aquella receta médica, también estaba, Draco Malfoy y se proclamaba como el Alfa de Harry.

Recuerden que él era un experto en la materia y sabía que el vínculo entre Alfas y Omegas se podía romper fácilmente, lo que desconocía era que eran una pareja Destinada.

Él desde sus días como prefecto en el internado para Betas, había sentido algo mágico en Draco, después de todo lo ocurrido, usó su inteligencia para deducir que posiblemente en un intento desesperado por ocultar la verdadera naturaleza de su hijo, sus padres habían puesto sobre él un hechizo adicional.

-Si mis sospechas son ciertas, mi gran Señor, los padres de Draco, cambiaron algo en él, más allá de su naturaleza como Alfa Dominante, tal vez algún rasgo físico, la forma de su nariz, o el color de su cabello. Y si es así, no cabe la menor duda, todos los libros lo mencionan, un Omega y un Alfa no tienen un vínculo real, si alguno de los dos está bajo la influencia de cualquier hechizo.

Esas fueron sus palabras aquel día.

Y estaba en lo correcto.

Draco aún tenía el hechizo que le cambió el color de sus ojos, de grises a azules y tras confirmarlo con el Revelio de Bellatrix, solo debían de desvincularlos y la única forma posible era, según él, asesinando a Draco.

Así que, Arthur Crouch, creía ser el héroe en aquella situación, pero desde que despertó, noto algo raro en el ambiente, los mortifagos lo miraban como si sintieran lástima por él o como si fuera el culpable de algo terrible, tan pronto se pudo poner de pie, fue llevado al gran Salón a tener una audiencia personal con Voldemort.

Aunque nervioso caminó con paso seguro, únicamente para encontrar a su gran Señor sentado en su trono, con el rostro amargado y su energía destilando un poderoso enojo.

Lo hicieron esperar en lo que despachaba a una persona que estaba ahí para curarlo y darle un atisbo de información de lo que había pasado.

Arthur Crouch a lo lejos escuchaba las balbuceantes palabras de una mujer que claramente había sido llevada ahí contra su voluntad.

La reconoció, era aquella enfermera regordeta con la que había chocado hacía días en San Mungo, así que le prestó atención a sus lejanas pero claras palabras.

-...así que lo único que explica esta situación es que él bebe, al entrar en contacto con las feromonas de su padre y sentir que un Alfa ajeno invadía su espacio vital, activo "el veneno" esto definitivamente no fue causado por la anti feromona. -Dejó de hablar por unos momentos, mientras terminaba de guardar sus instrumentos medicinales. -Ya le aplique todas paciones que conozco para reducir el dolor y las heridas. Le puedo recomendar esperar a sanar, antes de tener intimidad... – La voz de esa medimago temblaba de miedo, pero lo que decía era verdad.