Hey, Bambi [Taekook] ✓

♡⃕ Hey, Bambi - Extra

Jungkook salía de la clínica en compañía de su hyung, SeokJin, y unos resultados, ya vistos, en sus manos. Tenía un montón de sentimientos en su cabeza, pero por supuesto, todos positivos.

—¿Entonces le contarás hoy?—le preguntó su mayor.

—Quiero hacerle una sorpresa... No decirle, así como así—le explicó jugando con sus manos.

Era una noticia muy importante y no debía contarlo como si fuera un tema ligero.

—¿Me acompañas al centro comercial, Jin hyung?—le preguntó cuando una idea se le vino a la cabeza.

El castaño asintió, subió al auto del menor para después esperar a que este condujera al lugar que le había dicho.

Taehyung se despertó solo en su cama de dos plazas, no le extrañaba, ya que su esposo debería volver en unas pocas horas de la universidad.

—Buen día, Holly... Solo somos tú y yo, por ahora—le habló al cachorrito que estaba cuidando mientras su hyung estaba de viaje.

Pero el perrito solo dio una vuelta en la misma posición mientras ladraba. Seguido a eso, corrió fuera de la habitación en una dirección desconocida.

—¿Habrá llegado antes Jungkook y no lo escuché?—se preguntó levantándose de la cama y se colocó las pantuflas.

Estiró lentamente sus músculos y se dirigió al salón, confundiéndose al ver una caja morada en el sofá. ¿Qué será? Se preguntó y acercó.

Le sorprendió ver una de sus notas que antes solía usar para dárselas a Jungkookie.

"Hey, admirador.

Abre esto, por favor.

Bambi."

Haciéndole caso a su esposo, levantó la tapa de la caja, encontrándose con muchas más notas escritas. Se encargó de leerse cada una, dándose cuenta que se trataban de las que él mismo le había escrito a Jungkook durante la época escolar. Sonrió enternecido, no sabía que su Bambi aún las atesoraba con tanto cuidado.

Las sacó todas y las dejó a un lado, cuidando no estropearlas. Se percató que también había una prenda.

Curioso, la tomó. De inmediato algo cayó al suelo. Esperando que no fuera algo de valor, dejó la tela y tomó el objeto.

Positivo.

Sus ojos se aguaron en segundos. Tomó lo anteriormente dejado y la inspeccionó con más detalle. Era un body para bebé recién nacido con una frase en especial al frente. Se soltó a llorar como cual crío apenas terminó de leer.

Hey, Dad...