IX

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Era bastante tarde, pasadas las doce, pero esos dos seguían bebiendo y riendo, Taeyong ya estaba bastante ebrio, pero no podía decir lo mismo de Hansol, este tan solo le seguía el juego al azabache que se lo estaba pasando muy bien.

Y ahí estaba el, sentado, bebiendo delante de ambos como si no existiera, con esa cara larga. Esto no estaba yendo como Taeyong le había prometido.

Podía jurar que era la peor noche de su vida pero ha tenido otras peores. Estaba tan cansado de verlos que simplemente se fue a los baños.

Decidió lavarse la cara para luego entrar a uno de los cubículos del baño y encerrarse dentro. Necesitaba calmarse un poco, lo ansiedad lo estaba consumiendo ahí fuera, la envidia, el dolor y los celos, todo.

El volumen de la música taponaba sus oídos, el olor a sudor entre tanta gente bailando le daba náuseas y la simple escena de Hansol aprovechando para coquetear con Taeyong porque estaba borracho estaba acabando con su salud mental.

En cuanto logró sentirse un poco mejor salió afuera para ir a por Taeyong y sacarlo de allí de una vez.

Casi se le sale el corazón del pecho al ver que los chicos ya no estaban. Rápidamente salió afuera, por su mente pasaron muchísimos escenarios distintos, ¿y si Hansol trataba de hacerle algo a Taeyong?

Dio las gracias al salir y ver al mayor aguantando al azabache por el hombro, quién estaba vomitando después de tomar tanto alcohol.

-¡Taeyong! -el nombrado tosió buscando de donde venía la voz que lo llamó-.

Yuta corrió hacia él haciendo que Hansol se alejara así dejándole ver a Taeyong.

-Taeyong, ¿estás bien? Madre mía estás pálido, ¡¿cuántas veces te advertí que no bebieras tanto?! -agarró su cara en ambas manos tomando su temperatura-.

-Estábamos tomando pero de repente empezó a buscarte, le dije que volverías pero se levantó y se mareó... -Yuta lo miró con notoria molestia-.

-Debiste haberme llamado -dijo mientras pasaba el brazo de Taeyong por sus hombros-.

No obtuvo respuesta, los tres caminaron hasta llegar a la parada de autobús.

Taeyong estaba demasiado cansado terminó quedándose dormido en el hombro de Yuta mientras esperaban al bus.

-Veo que aún me odias. -el menor lo ignoró-.

-Mira, si te soy sincero, cuando lo conocí no sabía que eran pareja, yo solo...

-Taeyong no es mi novio, y si sabías que Taeyong tenía relación conmigo simplemente te podías alejar.

-Yuta ¿tanto te dolió lo de Sicheng? venga ya, éramos críos, superalo. -Yuta elevó la mirada, estaba enfadado-.

-Han pasado años, ¿y lo único que eres capaz de decir es superalo? No me hagas reír. No hagas como que no me traicionaste.

-Ni siquiera sigues visitando a Sicheng, tan solo acéptalo, además, tu nos abandonaste. Tampoco has vuelto a hablarle a Johnny.

-Seguiría en contacto con Johnny si tú no hubieras arruinado todo.

Taeyong empezó a murmurar cosas sin sentido, eso los hizo tensarse un poco a ambos.

El bus finalmente llegó.

Los dos entraron al bus cargando a un pesado azabache que aún estaba medio dormido.

Taeyong se mantenía en el asiento del medio enlazando sus brazos con el de Yuta y el de Hansol.

Yuta miraba por una de las ventanas y vio a Hansol reflejado en esta, estaba mirando su móvil, como si nada, como si no hubieran estado discutiendo hace unos minutos.

No quería hablar con el pero tenía tantas cosas en mente. Tan solo pasaría de él.

Pareció que le leyó la mente, y sin siquiera levantar la mirada, cortó el silencio.

-Deberías llevarle flores si vas a verlo, como aquella vez. -dijo el mayor, yuta solo agachó la mirada. Hacía mucho tiempo que no veía a Winwin.

ink; yutaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora