¿Quién dice que un chico malo no puede caer ante los encantos de Felix?
Lee Felix es considerado el omega más precioso de toda la preparatoria. Un día como cualquier otro, llega un nuevo estudiante, un típico Bad Boy que despierta intriga, curiosida...
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── Jinnie. ──murmuró el omega, sintiendo como rápidamente Chris se alejaba de él.
── Hola, Lix. ──contestó con incertidumbre.
El castaño se acercó hasta Hyunjin, obstruyendo su vista que se dirigía bobamente al omega.
── Estuve buscándote, Chan. ──intentó mirarlo a él──. Creí que me habías dejado.
── Ah, mierda no. ──chasqueó la lengua──. Solo olvidé decirte que tengo una estúpida sanción que cumplir al final de clases por algunas semanas. Lamento eso.
── Oh, entonces... ¿Me quedo a esperarte?
── No, no es necesario. Ve avanzando que yo tardaré un poco.
── ¿Seguro? ──miró de reojo al omega que seguía quieto a unos metros de distancia──. Yo puedo ayudar a-
── Dije que no, Hyunjin. ──interrumpió ahora con más fastidio. Haciendo que el mencionado optara por solo asentir.
── Uhm, está bien. Nos vemos en casa. ──ladeó su cabeza para mirar al rubio──. ¡Adiós Lix! ──el aludido sonrió, agitando una de sus manos.
── Sí, adiós. ──contestó Felix de mala gana y lo tomó por los hombros hasta salir fuera del pasillo.
Al estar frente a frente, el alfa menor lo miró por última vez con algo de recelo, y es que la situación en la que lo encontró con el omega que le gustaba había sido demasiado extraña. ¿Qué hacía su primo tan cerca de Felix?
── Nos vemos luego, ve con cuidado a casa.
El castaño solamente asintió, volviendo de nueva cuenta al salón sin mirar atrás por última vez. Al entrar, vio que el omega seguía limpiando, por lo cual soltó un bufido medianamente sonoro y llamando su atención.
── Bien, haré el estúpido trabajo. ──esta vez ya no se acercó pero su mirada era fija y seria──. Pero mientras más rápido terminemos, más tiempo tendré para no mirar tu cara. Así que hazme el favor.
── El agradecido seré yo, si colaboras sin rechistar será mejor para ambos. ──se cruzó de brazos──. ¿Estás de acuerdo?
Chris resopló, terminando por asentir pesadamente.
── ¡Ah, al fin! ¡Creí que tendría que hacerle una ofrenda a los Dioses! ──se expresó exageradamente, escuchando un leve gruñido por parte del alfa──. Ya, ok niño, cálmate. Mañana empezamos.
Chris rodó los ojos con hastío y luego tomó la escoba, empezando a barrer rápidamente. Mientras él le daba la espalda, Felix sonreía victorioso.
Al castaño no le importaba dejar solo al omega, él solo terminaría con su parte del aseo y se largaría a su aburrida casa por la cena familiar.
