El orgullo del deseo {Erwin x (T/N) x Levi}

3. No te dejes engañar.

Ambos nos sentamos en una de las partes altas del tejado.

- Creí que no te agradaba.- Dije mirando al frente con cierta seriedad.
- Sinceramente para todos los mentecatos que hay aquí, eres una de las más soportables.- Añadió con su tono de superioridad.
- Parece que Erwin te convenció para quedarte con nosotros.
- Me abrió los ojos.

Ahí me di cuenta de que la muerte de sus amigos y la charla con Erwin habían hecho un pequeño cambio en él.

- ¿Qué hace una chica con tanta clase en la legión de reconocimiento?

Por un momento pensé la respuesta.

- Que una mujer lleve la empresa multimillonaria de su padre....está mal visto.
- En los barrios bajos triunfarías.
- Soy una señorita de clase alta, el trabajo sucio no me va.- Reí.

***
Narra Levi

Miraba el cielo junto a ella, aun me sorprendía. Por otra parte, ella me llamaba la atención. En el entrenamiento la vi con buena determinación y fuerza, necesitaba saber más sobre ella.

La luz de la luna daba en su rostro, el cual no podía negar que era hermoso. ¿Pero qué te está pasando Levi? Tú nunca caerías ante los encantos de ninguna mujer.

Mis ojos descendieron su dirección en milésimas de segundo, su escote era pronunciado y tentador ante los ojos de cualquiera, independientemente del tamaño que tenían, era imposible no darte cuenta de la elegancia con la que lo lucía.

Aparté la mirada de inmediato, no era un niño pijito como Erwin, pero entre mis principios siempre estará tratar a las mujeres como me hubiese gustado que tratasen a mi madre.

- Hace un poco de frío, deberíamos volver. - Dijo girándose hacia mi.

Ambos nos miramos a los ojos.

- ¿Levi?
- Si, volvamos.

***
Narra (T/N)

Me desperté acordándome de lo que había pasado ayer.

Llegué a la habitación de Hange, ella aun estaba durmiendo por lo que me metí entre sus sabanas y me puse enfrente de ella, cara a cara.

- Hange...
- Dime Titán.- Me dijo abrazándome como si no me quisiera soltar.
- He besado a Erwin.- Le dije con voz adormilada.
- Muy bien tita......¡¿QUÉ?!- Abrió los ojos.- Espera espera, ¿QUÉ? ¡¡Ay me tienes que contar todo!!- Se sentó de rodillas en la cama.
- Shhhh no tiene que escuchar nadie.- Reí.
- ¿Qué hora es?
- Las 7:00 de la mañana.
- Bueno no importa, ¿Qué ha ocurrido?
- Pues estaba hablando con él sobre la misión, y me dijo que todo estaba bien que había llegado sano y salvo, y de repente me tomó de la mejilla y me besó.
- Esto es....espera, ¿te gusta? Erwin siempre ha sido un hombre muy apuesto.
- Pero siempre ha sido un hombre muy ocupado.
- Y siempre ha sido muy atento contigo.- Añadió la castaña.
- Pero él siempre ha dicho que lo más importante es la legión.

Hange se levantó para comenzar a prepararse.

- No te dejes engañar (T/N), Erwin no besa a cualquier mujer....

Habían pasado ya un par de días desde lo ocurrido aquella noche. Levi y yo hemos estado entrenando juntos, me ha enseñado un par de técnicas para el cuerpo a cuerpo, y yo le he enseñado algunos trucos en la cocina, la cual se le da desastrozamente.

- Prefiero limpiar.- Dijo Levi rindiéndose de batir un huevo.
- Anda déjame.- Reí tomando el bold.- Da gracias a que Hange nos ha puesto juntos ha hacer el almuerzo, te aseguro que Mike no estaría tan contento con tu torpeza.
- Sobretodo porque también se me da fatal cocinar.- Dijo Mike desde la puerta.- Bonita, Erwin te busca, y no lo hagas esperar, se veía molesto.

Corrí hacia el despacho de Erwin y toqué la puerta. Entré.

- Me dijo Mike que me buscabas.

Se encontraba haciendo papeleo.

- Si, acércate. Toma asiento. - Me senté esperando a que hablara.- A partir de ahora cambiarás turnos, ocuparás el lugar de Moblit.
- ¿Me vas a cambiar de escuadrón?
- No, me refiero a las tareas. - Aclaró mirándome.
- Pero lo de las tareas siempre lo ha decidido Hange.
- Si pero como tu capitán también puedo hacer cambios.

Mike es uno de mis mejores amigos, pero con Levi me la paso realmente bien haciendo tareas.

- He visto que has estado entrenando con Levi.- Añadió mirando sus papeles.
- Si, me ha enseñado un par de técnicas en el cuerpo a cuerpo, he mejorado bast
- A partir de ahora entrenarás con Nanaba.

Entonces me di cuenta de lo que estaba pasando.

- No. - Hubo un pequeño silencio.- Con Levi mejoro cada día, me enseña cosas que nadie sabe hacer aquí dentro. He progresado mucho.
- Soy tu capitán y considero que tienes que entrenar con alguien diferente.
- Él es diferente, sabe luchar cuerpo a cuerpo mejor que nadie, ambos sabemos que
- ¡(T/N) Haz lo que te digo!- Levantó la voz.

Yo me asusté y lo miré con cierto temor.

- S-Si mi capitán...
- Puedes retirarte.

Intenté salir a paso rápido de allí. En la vida me había hablado de esa manera, es verdad que se había puesto serio conmigo, como en el mercado cuando lo de Nile, pero nunca se había puesto así.

Se me aguaron los ojos, de verdad que me dió miedo. Miré hacia el frente y me encontré con Mike. Mierda.....

- Ey princesa ¿qué te paso?
- Nada solo que me he dado con....la puerta.
- Me huelo a que no fue eso.
- Vale...Erwin me ha gritado.
- Lo mato.- Dijo.
- Me ha cambiado de compañero y ahora tengo que hacer labores del hogar contigo.
- ¿Pero y el enano? Ya me estaba cayendo bien.
- No se, creo que está....no se, da igual.
- ¿Hay algo que no me hayas contado pequeña?

Pensé por unos segundos.

- Cosas de chicas Mike, ya te contaré.

***
Narra Erwin

Me encontraba en mi habitación leyendo un libro cuando la puerta se abrió. Mike entró y la cerró.

- Hola hermano.- Le dije dejando el libro encima de la mesa.
- No me digas hola hermano, creí que en la vida te atreverías a gritarle.

Suspiré.

- Le había dado una orden y me la reprochó.
- ¿Por qué la cambias de compañero? El enano es majo con ella y ambos sabemos que ha mejorado mucho.
- La distrae mucho de sus labores.

Hubo un pequeño silencio.

- Esta noche hemos pensado ir todos a beber algo al bar por el cumpleaños de (T/N). Vienen todos, Shadis nos ha dado la tarde y noche libres, pasaré por ti a las 8, te vendrá bien pasártelo bien. Arréglate, nadie va a ir en uniforme.

Dijo y se fue. Me quedé pensándolo por un rato, a lo mejor me había pasado un poco al gritarle de esa manera. Nunca me había llamado capitán, y la manera en la que lo dijo, el miedo en su voz, sí, me había pasado con ella. De todas maneras tengo un regalo que darle, espero que eso junto con unas flores me ayuden a conseguir su perdón.