- Ayer te fuiste, no pude darte tu regalo.- Me dijo mirándome fijamente a los ojos.
Seguía quedándome embobada ante sus enormes ojos azules como el primer día que lo conocí.
Sacó una bolsa de debajo de su mesa y un ramo de flores.
- Las flores las compré hoy, quería pedirte perdón por gritarte el otro día.
Agarré ambas cosas dejando las flores encima de su mesa. Saqué lo que había dentro de la bolsa, era la falda que tanto me había gustado.
- Erwin...- Dije sorprendida.- Era muy cara no hacía falta.
- Vi que te gustó mucho, no dude en comprártela.
- Gracias- Le sonreí y corrí a abrazarlo.
- De todas formas...-Hizo un silencio.- Pensé que tus sentimientos hacia mi eran diferentes.Su actitud cambió. Levanté mi mirada hacia él.
- ¿Qué?- Pregunté confusa.
Se separó de mi y se apoyó en el borde de la mesa y cruzándose de brazos.
- Ayer te vi marchándote con Levi. Me imagino que lo habrán pasado bien.
Yo no decía nada. Por una parte entendía sus celos, era verdad que lo que pasó a noche entre Levi y yo no era una tontería, pero si era verdad que fue por dejarnos llevar. Por otro lado él no sabía nada.
- Se que estás celoso.- Le dije con una ceja levantada.- Entre Levi y no hay nada.- Le mentí.
Se acercó a mi, me agarró del mentón y me obligó a mirarle.
- Entonces se mía.- Y me besó.
Yo correspondí el beso, el cual se volvió salvaje en segundos, me apoyó en la mesa y comenzó a besarme el cuello, a lo que yo lo separé.
- Erwin, son las 8 de la mañana.- Reí.
- Soy capitán, puedo dejar que te pierdas los entrenamientos.
- Si pero es temprano, volveré esta noche.- Le dije dándole un beso lento en la megilla y dirigiéndome hacia la puerta con sus regalos en la mano.Le guiñé el ojo antes de salir y cerré bien la puerta. Lo primero que hice fue ir a mi cuarto y dejar las flores en agua, después guardé mi falda en el armario.
Él día pasó rápido, Levi y yo nos tratábamos como siempre, la misma confianza y la misma distancia. Nada había cambiado.
Llegó la noche, comenzaron a calentar los barriles, los cuales se iban a usar mucho. Los capitanes fueron los últimos, teniendo así la máxima privacidad. Hange y yo nos encontrábamos dentro de uno.
- Gracias por dejarme bañarme contigo.- Le dije echando mi cabeza hacia atrás mojando mi cabello.
Ambas estábamos desnudas con el agua por encima de nuestros pechos.
- No hay de que, ¿Con quien me iba a bañar si no?
- Oye Hange, tengo que contarte algo muy importante.
- Cuéntame.Me acerqué a ella lo más que pude y me acerqué a su oído.
- He tenido relaciones con Levi.- le dije con un ligero rubor en las mejillas.
Hange puso cara de asombro.
- Pero ¿y el beso con Erwin?
- Lo de Levi y yo fue un desliz-Susurré.- Fue un calentón.Ambas nos habíamos puesto en el último barril para que nadie nos viera y poder hablar tranquilas, pero Erwin y Levi llegaron esperando encontrar vacío el nuestro por esa misma razón.
- Perdonen señoritas.- Dijo Erwin.- Me da que los otros baldes ya están vacíos.
Ambas los miramos.
- Erwin quiere decir que nos toca bañarnos después de vosotras, o con vosotras.- Dijo Levi indiferentemente con su tono de superioridad.
- Si claro, uniros.- Dijo Hange un poco tímida.Me pegué lo más posible a la castaña con la intención de que ninguno de los dos hombres rozara con cualquier parte de mi cuerpo.
Hubo un silencio un tanto incómodo.
- ¿Y de que hablabais?- preguntó Erwin mojando su cabello hacia atrás.
- Pues de...
- Cosas de chicas.- Interrumpí a Hange mirando al agua.La piel de Hange era bastante suave, por lo que procuré mantenerme lo más pegada a ella posible. Mi problema ahí no era ella ni Levi, era Erwin.
- Ustedes dos estáis muy juntas- Dijo Levi.
- Es que estar con dos hombres desnudas en un balde es un poco....extraño.- Dije.Él se acercó a mi oido.
- ¿Y entre las sabanas no lo es?
Yo me acerqué al suyo.
- Entre las sabanas solo eras tu.
Lo miré con cara inocente.
Hange y yo seguíamos juntas, y poco a poco los cuatro comenzábamos a hablar con más fluidez. A pesar de eso evitaba la mirada de Erwin, y no sabía exactamente el por que, si antes mismo le había dicho que esta noche me encontraría con él ¿por qué ahora estoy tan vergonzosa? Quizás por Levi.
- (T/N) creo que me voy.- Me dijo Hange.
- Si, nos vemos después.- Le dije con una sonrisa.
- ¿Segura que te quieres quedar?
- Si, no te preocupes.Ella se fue dejándome sola con mi capitán y mi compañero. Estaba completamente desnuda, con dos hombres tallados por los mismos dioses.
- He estado hablando con el comandante y cree que tienes el potencial para convertirte en capitán dentro de poco.- le dijo Levi a Erwin con sus brazos apoyados en el borde del barril como hombre alfa que es.
- Genial, tendré que aguantar a un par de mocosos.
- Si no quieres hacerlo puedo echar para atrás la propuestas.
- No, en realidad si quiero.- Dijo mirando el agua.- Creo que me voy a ir, ya me he aburrido de estar aquí.- Añadió saliendo colocándose una toalla en la cintura.Erwin y yo nos quedamos solos.
- ¿No vas a venir? Bonita.
Yo me acerqué colocándome en frente de él.
- Respóndeme una cosa.- Le dije antes de pegarme a él por completo.- ¿Es verdad que los capitanes y el comandante van a satisfacer sus deseos sexuales con rameras baratas?
Él me miró.
- ¿Quién te ha dicho eso?
- Lo estaba hablando con Nanaba y Lynne antes.
- Pues es verdad que algunas mujeres nos han traído cuando íbamos a tomarnos algo al bar las noches de celebración, pero nunca hemos tocado a ninguna, al menos yo.Le pegué una torta.
- No me mientas Smith.
Yo tampoco era la más indicada para reprocharle algo como eso, pero me mataba que me mintiera.
-¿Os habéis enterado?- Dijo Nanaba llegando rápido hacia nosotras.
Hange, Lynne y yo la miramos confundidas.
- Al parecer los capitanes han vuelto del bar de una "noche de hombres" y se dice que los han visto con varias mujeres.
Yo me quedé desconfiada.
- ¿Erwin también?- Pregunté.
- A Erwin lo vieron manoseándose con una rubia y a Shadis con una chica morena riéndose con él.
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El orgullo del deseo {Erwin x (T/N) x Levi}
Fanfic~Si no te decides por uno, te tendremos los dos~