Un Slytherin En Apuros.

CAPÍTULO 27

Draco se encontraba medio recostado por el marco de la ventana, mientras veía como el calamar gigante y algunas criaturas marinas que habitaban en lo más profundo del lago negro atravesar la  ventana de su habitación , tenía la mano derecha apoyada perezosamente por el otro brazo, y la cabeza de lado y  mirando el profundo lago de tono verduzco , estaba envuelto y enredado en sus pensamientos que prácticamente no lo dejaron pegar los ojos en toda la noche, tuvo que soportar los ruidosos ronquidos de Goyle y Crabbe,
Sin mencionar que nunca le había parecido tan molesto el golpeteo continuó de las pequeñas olas que las aguas del lago negro arremetia contra su ventana.

No, aún no podía asimilar la revelación del filtro de amor de la clase de pociones del día anterior, no sabía cómo actuar ni que hacer, por primera vez Draco Malfoy  no tenía ningún plan ni idea para escabullirse de una situación, al contrario estaba tan preocupado de encontrarse con ella, tan nervioso, ansioso, inquieto, angustiado, mil emociones se le mezclaban a la vez que no sabría definir como se sentía en ése momento, una marea de sentimientos lo invadía, su interior era todo un caos, aunque su rostro se mostraba apacible, nadie sospecharia lo que pasaba en su interior,

De pronto un golpe fuerte y seco lo sacó del fondo de su mente, otro golpe del calamar gigante, que iba pasando por quinta vez por su ventana, los grisáceos ojos del chico observó fijamente como uno de los gruesos tentáculos del pulpo se deslizaba por el cristal de la ventana para luego perderse de a poco en el verduzco y oscuro lago.

Luego Draco bajo la vista al piso, la oscura habitación que apenas era iluminadas por las tenues lámparas de mesa cerca de cada una de las camas y por la frágil luz de la luna que atravesaba por el verduzco lago y daba ligeramente en la silenciosa habitación que solo era alterado por los  molestos ronquidos de sus enormes amigos, sus graznidos se asemejaban a un motor descompuesto que no podía arrancar,

Draco apretó los labios en una fina línea y luego lanzó un resoplido, levantó la vista y la dirigió a una oscura esquina de su habitación, su baúl de colegio yacía pacíficamente ahí, su escoba voladora y su túnica de quiddicht con el número tres en la espalda, ocultaba al baúl aún más en ése sombrío lugar, él fue acercándose con los pies arrastras, y apartó todo lo que su baúl traía encima,

Con un chirrido leve y apagado abrió lentamente el opaco equipaje de madera, aun en aquella oscura esquina de su habitación, lograba divisar el contenido en su interior , libros viejos, pergaminos usados, un par de túnicas de gala, una de ellas era la que había utilizado en el baile del cuarto año, corbatas verde esmeralda, un par de toallas de Slytherin, él iba pasando la mirada por cada uno de esos objetos con los ojos apaciblemente, hasta que llegó a una esquina del equipaje, un voluminoso libro yacía lúgubre y melancólico , con un montón de ejemplares de quiddicht encima, Draco fue apartando con ligereza cada artículo y poniendo a un lado, por último tomó el pesado libro y también lo apartó con dificultad, y ahí estaba lo que estaba buscando, de pronto una pequeña sonrisa curvo su pálida boca,  y sus grises ojos le brillaron, en aquella solitaria esquina del baúl estaba un pañuelo color salmón bien doblado, y con la iniciales " H. J. G", después de un año entero lo volvió a ver.

— Por eso te guarde?? — le preguntó a la prenda  en un susurro, mientras la observaba fijamente, él tomó la prenda pausadamente, en tanto se ponía en cuclillas con la espalda recostada por la pared y llevó lentamente el pañuelo hacia su nariz para percibir ése aroma que caracterizaba a la castaña,

— Vainilla — susurró de nuevo, y otra sonrisa volvió a curvar sus labios,
— Quién diría que me llegarías a gustar— dijo en un hilo de voz y observó las iniciales de la prenda, " H. J. G".
— Hermione Jean Granger  — pronuncio lentamente y cada sílaba de su nombre en voz baja, y sintió como una  emoción le cosquilleaba en su interior , como mariposas revoloteandole en su estómago,