Coral

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A la mañana siguiente, un limpio y perfectamente peinado, Mu Qing, tomaba la espada que Jiang Cheng le extendía.

Los dos se miraron unos segundos, Jiang Cheng considerando si debía de comentar al respecto de los aretes del platinado, y Mu Qing en cambio notando que al parecer, el ojivioleta también sabía de su verdadera naturaleza, pero que era lo suficientemente orgulloso como para no preguntar al respecto. Y honestamente, agradecía aquello.

Los dos calentaron un poco, Jiang Cheng fingía no poner atención, pero notó como el menor calentaba de forma grácil, y con el porte equivalente a su estatus, había hablado con Wei Wuxian por la mañana, y aunque Jiang Cheng se decía que prefería saber menos, no podía ignorar el hecho de que si era lo que sospechaba, probablemente estaría en problemas después.

Así que después de que Jiang Cheng bufara, y él pusiera los ojos en blanco, blandió la espada hacia el ojivioleta.

Con tanta clase y personalidad digna de la realeza.

Mu Qing se veía precioso, usaba todo su cabello recogido en una alta coleta que sostenía este, y que aún así, le llegaba a la cadera, además de que la ropa que le consiguieron era lo suficientemente ajustada, al principio se sorprendió, porque era algo incómoda, él no usaba esta por obvias razones en el mar, se tenía que adaptar hasta que volviera a su hogar. Ya se había dicho a sí mismo, que no estaría fuera más de un mes, podía soportar un mes la ropa.

Jiang Cheng sonrió ligeramente mientras se disponía a blandir la suya, pero un ligero carraspeo apareció y los dos miraron en dirección a este.

Feng Xin usaba su ropa de entrenamiento y se acercaba a ambos, al parecer Wei Wuxian no había logrado distraerlo lo suficiente.

"Su alteza" -Jiang Cheng habló dando una ligera reverencia, y obligando al platinado a dar una de mala gana mientras rodaba los ojos-.

"Al menos sabes sostener una espada" -Aquel comentario iba hacia el platinado, que rodó los ojos en respuesta y desvió la mirada por aquello-. "¿Estás listo?"

"¿Y usted, su alteza?" -Probablemente aquello le molestaba por el sarcástico tono que salía natural de parte del platinado al decir "su alteza", así que después de gruñir ligeramente y fruncir el ceño mientras tomaba su espada, se preparó, y el platinado sonrió muy ligeramente elevando las comisuras de sus labios-.

Aquello tomó por sorpresa a Feng Xin, que tardó unos segundos en reaccionar mientras caminaba a la arena principal.

Feng Xin fue el primero en acomodarse, hizo ligeros movimientos en el aire con su espada, mientras el platinado, aún con los ojos entrecerrados, parecía mirarlo entre burlón y animado, como si estuviera analizando seriamente a su contrincante.

Fue turno de Mu Qing blandir su espada con gracia y naturalidad digna de la realeza, esta se veía ligera a simple vista, como si se moviera con la brisa salada debido al mar. Feng Xin no lo admitiría, pero aunque bufó, estaba sorprendido.

Más aún, cuando el grácil platinado soltó el primer golpe. Apenas si logró detener este, sorprendido, contraatacó.

Con todo y que Wei Wuxian sonreía ligeramente emocionado viendo la escena, le dedicó una preocupada mirada a Jiang Cheng.

Jiang Cheng solo suspiró, realmente no estaba seguro que sucedería.

Las sonrisas en los príncipes mientras se movían de manera exageradamente rápida esquivando o lanzando golpes, los hicieron ponerse alertas por si tenían que intervenir.

Los chirridos de las espadas era lo que príncipalmente se escuchaba, o comentarios retando al otro viniendo de ambas partes, algunos rasguños accidentales en los brazos o piernas, que dejaban caer hilos de sangre ensuciando la ropa.

Redbone (𝐅𝐞𝐧𝐠𝐪𝐢𝐧𝐠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora