Tsunami

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Xie Lian aclaró su garganta algo incómodo.

Y fueron tres fuertes aplausos, pausados y con algo de ritmo lo que los trajo a la realidad.

El platinado palideció ligeramente, al igual que la realeza del océano, y después de ponerse de pie. Colocó a un confundido Feng Xin detrás de él.

"¿Cómo supiste que tenías que hacer eso?" -Jun Wu habló. Mirándole con curiosidad y molestia, sin atreverse a ver a Mei Nianqing aún-.

"¿Hacer qué?"

"Recibir dos besos de amor verdadero. Creí que te engañaría con eso y solo tendrías uno en el peor de los casos" -Aunque aquello lo confundió, hizo memoria de lo que acababa de pasar, había recibido el beso en la frente por su padre, y un beso por Feng Xin. En otro momento se hubiera sonrojado por lo último, pero, en ese momento solo podía analizar que tanto había planeado el malvado Tritón todo aquello para que su alma le perteneciera-. "Ya que Hua Cheng te dijo eso, ¿También incluyó la parte donde después de recibir aquello, perderías las piernas?"

Y aunque supuso que algo así pasaría por la falta de fuerza que comenzaba a tener en estas, no creyó que todo ocurriese tan rápido.

Apenas si Feng Xin le tomó entre sus brazos evitando que cayera, mirándole preocupado, una opresión en el pecho del castaño lo abrazaba, no quería perder al platinado, pero no podía dejarlo así ahí.

Lo cargó con cuidado, pese a las quejas del avergonzado príncipe del océano, que también había comenzado a sentir cierta asfixia por la necesidad de su cuerpo pidiéndole volver al mar. Y lo sentó en la arena, cercana a la orilla del océano.

"Si entra, su alma aún sería mía, Nianqing, pero si no lo hace, se ahogará aquí en la tierra de los mortales" -Esta vez, el rey del Este lo miró sorprendido y angustiado-. "Tu otro hijo debió saltarse esa parte"

"¿Xie Lian?"

"Creí que tendríamos más tiempo" -El castaño veía de un lado a otro intentando encontrar a Hua Cheng, pero, este parecía haber desaparecido por completo-. "Tú, dond- ¿Dónde está?"

"Lo verás al volver, ya interfirió mucho en asuntos que no le correspondían, es hora de ir-" El Tritón más grande no terminó la palabra cuando una espada se enterró en su brazo de forma superficial, había alcanzado a moverse para evitar aquello de peor forma-. "Al parecer no ha sido suficiente"

 "Al parecer no ha sido suficiente"

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En el océano. Las cosas estaban listas para la batalla.

He Xuan había logrado liberar al mitad kraken de donde lo encerró Jun Wu, y aunque no quería, un rato después, estaba a unos metros frente a su prometido, vigilandole de cerca, y viendo como el ejército del hermano de su pareja, se preparaba para la batalla, con los dos Pei listos para liderar esta.

El norte hacia algo similar, con la solitaria reina usando una armadura completa.

En el reino del Este, tanto Lan Qianqiu como Quan Yizhen, estaban lado a lado, frente a los centenares de tritones, dando un discurso algo difícil de completar pero complementado entre ambos para animar a las filas.

Redbone (𝐅𝐞𝐧𝐠𝐪𝐢𝐧𝐠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora