♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦
El odio nos envenena. Es difícil detenerlo cuando corre por nuestras venas, cuando tiñe nuestra esencia. Al final de todo nos arrepentimos de odiar porque no nos sirve de nada llenarnos de vacío.
El odio es vacío, el odio es un grito ahogado, el odio solo mata la armonía de la vida y confunde nuestra mente.
♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦

ImágenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora