La belleza del dolor emocional está muy de moda. Es real, el dolor emocional tiene su lado hermoso, el dolor a veces es amor, empatía, decepción, incertidumbre pasiva.
Todo esto adormece y más que su lado amargo tiene un lado especial que nos hace humanos puramente únicos. Únicos al sentir, al llorar, al mirar. El dolor nos obliga a vivir en el tiempo presente, a pesar que ese dolor venga de un recuerdo ese recuerdo, de la mano del dolor emocional, se extiende cada segundo haciéndolo constante y duradero.

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