Bienvenidos al segundo año de Meliodas en Hogwarts, vamos a ver cómo le va ^3^
***
—¡Hufflepuff!
La pequeña niña rubia que había sido elegida para la casa de la dedicación y la paciencia bajó del taburete del sombrero seleccionador y salió corriendo en dirección a los brazos de su hermano mayor, que era considerado el genio de los estudiantes con corbatas amarillas. Pese a que no era de su casa, y pese a la clara rivalidad entre ellos, el ojiverde no pudo evitar emocionarse un poco al ver la escena.
Su segundo año en el colegio Hogwarts de magia y hechicería estaba comenzando, y Meliodas por fin le había agarrado gusto al hecho de ser, en realidad, solo un niño de doce años. El año pasado había transcurrido más de la mitad del curso solo, pero ahora, por fin, podía dejar de ser el "niño genio" de Slytherin para concentrarse en ser él mismo y disfrutar de las travesuras que realizaba a lado de su mejor amigo, Ban.
—¡Esto sí que es una sorpresa! No esperaba que King Fairy tuviera una hermanita.
—Tienen un cierto aire, supongo... —Meliodas se le quedó viendo a su amigo con interés al notar la expresión que estaba haciendo. Era un mezcla entre ternura y codicia, pero como aún no había ocurrido la selección que él esperaba, decidió no preguntar y volver a centrar toda su atención en el taburete de tres patas. Justo en ese momento, su hermano menor estaba subiendo a él y colocándose el sombrero seleccionador.
—Esta selección sobra. Apúrate Zel, para que pueda mostrarte la sala común de Slytherin.
El pequeño pelinegro estaba obviamente nervioso, aunque todos sabían a dónde iba a ir. Sin embargo, cuando el sombrero finalmente anunció qué casa era a la que pertenecía, un denso y largo silencio se asentó en el gran comedor.
—¡Ravenclaw! —Meliodas tardó casi un minuto entero en entender lo que había pasado. Su hermano no pertenecía a la misma casa que él. El aludido también estaba completamente atónito, aunque su cara de angustia disminuyó notoriamente cuando una hermosa alumna de tercero, rubia y con una trenza de lado, le extendió la mano y le pidió que se sentara a lado de ella.
—Traidor. —pensó el ojiverde. Pese a que sabía que no había sido culpa de Zeldris, y que los de Ravenclaw eran los magos caracterizados por su inteligencia, igual lo recriminó por no pertenecer a la misma casa que él. Ban dejó de mirar a la que aparentemente sería la nueva víctima de sus travesuras, y tomó el hombro de su mejor amigo como gesto de apoyo.
—Vamos jefe, no es el fin del mundo. No pongas esa cara —Pero no. Meliodas tenía una expresión de tal desagrado que parecía que estaba a punto de escupir una babosa. Presintiendo el peligro, el ojirojo le recomendó hacer algo que siempre lo ponía de humor—. Esto, ¿qué te parece si después del banquete vamos a "saludar" a Elizabeth?
La perspectiva animó un poco al rubio, y fue solo gracias a eso que pudo disfrutar del alimento que por arte de magia apareció en su mesa. Elizabeth. Casi a final de su primer año, él y Ban habían tomado por costumbre molestarla con bromas ligeras para reírse a costa de ella. Cosas como papeles de avión kamikaze, ranas vivas en su mochila, libros que gritaban "¡boo!" cuando los abría, e incluso un tornado personal, que levantaba sus faldas para deleite del ojiverde. Sin embargo, y por asombroso que pareciera, aún no habían alcanzado su meta más deseada: lograr hacerla enojar. Tal vez esa noche tendrían suerte.
En cuanto los dos pillos vieron que las respectivas casas iban para sus salas comunes, alcanzaron a Elizabeth en una esquina, se escondieron tras una de las armaduras, y le lanzaron un hechizo invocador.
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Melizabeth en Hogwarts - Especial del mes de las Brujas
FanfictionUn pajarito (más específicamente una lechuza) me trajo una carta el otro día solicitando que hiciera un crossover entre el mundo de Harry Potter y Nanatsu no Taizai. Pues bueno, desde la punta de mi varita mágica y el fondo de mi corazón, aquí la ti...