ADVERTENCIA *0* Este capítulo tiene exceso de sexyness, y es el único con lemon de este especial. Disfrútenlo mucho, y divirtámonos con el melizabeth en su sexto año en Hogwarts.
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—Ah... ahh... ¡kyaaa! —Aquel armario de escobas había aparecido por arte de magia. El estrecho lugar solo tenía espacio para unos estantes con productos para la limpieza, un montón de escobas, y un sólido escritorio. Pero para los jóvenes amantes, aquello era más que suficiente.
Elizabeth estaba acostada sobre el mueble de madera, con las piernas abiertas, mientras su querido novio la embestía con velocidad y fiereza. Sus faldas estaban completamente levantadas, la túnica negra de la escuela se le hacía bolas en las manos, y su camisa blanca estaba abierta mostrando dos pálidas y suaves colinas. Estas rebotaban con cada golpe de cadera del rubio, quien le sostenía las piernas pegadas a su cintura y sonreía de pie frente a ella. Él también estaba hecho un desastre.
Su cabello rubio siempre rebelde se le pegaba un poco en la cara debido al sudor, su pulcra corbata verde estaba medio desamarrada, y su camisa también estaba abierta, revelando un pecho y vientre musculosos y completamente desarrollados. Hace tiempo que había dejado de ser un niño. Meliodas estaba a punto de terminar su sexto año en Hogwarts, pero sin importar lo ocupado que estuviera ni lo difícil que se había vuelto la escuela, para él solo había una cosa verdaderamente importante en el mundo.
—Eli... Elizabeth... —Ella le sonrió de forma traviesa, y cuando él notó la forma en que se reía, también sonrió de lado mientras movía sus caderas en círculos y la hacía convulsionar de placer. Era su pequeña venganza por lo que le había hecho.
Esa pequeña Gryffindor. Le había robado el corazón, su mente, su magia, incluso su vida. Y lo que era peor: había hecho que él se las entregara voluntariamente. Había estado enamorado de ella desde que la vio en primer año durante la selección de las casas. No lo sabía en ese momento, pero ahora podía reconocerlo. Durante todo el segundo año fue el objeto de sus travesuras, en tercero de sus celos, en cuarto de su violencia... y en quinto, de sus deseos. Ella era todo cuanto deseaba, lo tenía hechizado, y ya no le importaba que sus casas fueran enemigas, lo único importante para él era poder permanecer a su lado.
—¡Aaaahhhh! Jijiji...
—¿De qué te ríes Tonteli?, ¿te burlas de mí por ser un Slytherin que cayó a los pies de una Gryffindor?
—Yo no... aaahhh... no me río de eso. —Él sabía que ella le decía la verdad. Poco le importaba que viniera de una familia de magos tenebrosos, o su sangre pura, o su prestigio de prefecto. Lo único que le importaba es que era él mismo. Aunque claro, eso no les impedía divertirse burlándose de la rivalidad de sus casas.
—¿Entonces? —Pero ella no le contestó. Simplemente alzó sus manos, acarició su pecho con dedos ansiosos, y se sujetó de su corbata tratando de asirse de algo que impidiera que su cuerpo temblara tanto. El placer era demasiado intenso. Su cara sonrosada, sus ojos cerrados, su boca abierta, hasta sus gemidos. Todo de ella lo volvía loco, y al sentir que su interior se contraía aún con más fuerza, el ojiverde decidió perder la pose y la actuación para rendirse al amor que le tenía—. Elizabeth... ¡Elizabeth! —No pudo soportarlo más.
Se inclinó sobre ella dejando de sostenerla con las manos, aunque no hizo falta, ya que le enroscó las piernas alrededor de la cintura mientras el rubio usaba sus manos para recorrer su cuerpo. Sus pechos, su cuello, su pelo. El placer que él sintió al contemplar lo que era suyo lo hizo entrar en un trance de pura dicha, se le hizo difícil respirar, apoyó sus palmas sobre el escritorio, y siguió bombeando en su interior como si le fuera la vida en ello.
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Melizabeth en Hogwarts - Especial del mes de las Brujas
FanficUn pajarito (más específicamente una lechuza) me trajo una carta el otro día solicitando que hiciera un crossover entre el mundo de Harry Potter y Nanatsu no Taizai. Pues bueno, desde la punta de mi varita mágica y el fondo de mi corazón, aquí la ti...