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Todos los días sin falta, por las tardes se pueden divisar a dos jóvenes paseando por el parque más lindo de la ciudad.

Nunca se les ha visto hacer algo muy interesante en realidad, simplemente un castaño y un rubio caminando sin rumbo alguno por el extenso parque, podrían pasar desapercibidos si no fuera por la escandalosa y ya bastante conocida risa del rubio.

A veces se les veía sentados en lo más alto de las montañas, sobre una pequeña manta o inclusive algunas veces sentados sobre el húmedo pasto que la lluvia de la noche anterior dejo, realmente a ellos no les podría importar menos el lugar, tiempo, o clima, simplemente necesitaban de la compañía ajena para sentirse completos.

Dipper, últimamente se siente extraño, algo no lo ha dejado dormir durante un tiempo.. días, semanas, tal vez meses.. la verdad perdió la cuenta desde hace un tiempo.

Y en una de esas noches de insomnio, en las que Bill ya no estaba se puso a pensar cuál sería el motivo de sus desvelos.. Un momento..

BILL

Ese rubio, de profundos ojos ámbar. Ese tonto demonio era la razón por la que ahora debía robar el maquillaje de su hermana para cubrir sus ojeras.

Pero, ¿Porque? ¿Sería por qué ya no se sentía bien con su compañía?, Por supuesto que no, el se sentía completo en cada momento en que estaban juntos.. Aunque últimamente se sentía nervioso cuando estaban muy cerca.

Y podía sentir esa tensión entre ambos cuando se quedaban en silencio, uno frente al otro, sin otro sonido más que el de sus respiraciones. Sabía que el también estaba nervioso, pero ¿Porque?
¿No era eso lo que hacían siempre? Son amigos, según lo que sabía eso era normal entre amigos ¿no?

Demasiadas preguntas, abruman su cabeza, finalmente el sueño lo alcanzó, termino cayendo dormido, sin tener ninguna respuesta, como había ocurrido desde hace un tiempo..

Para Bill, las emociones humanas siempre fueron algo confuso, tonto e irrelevante.
Durante todo el tiempo en que habito la tierra, en soledad, para el, cualquier sentimiento que no fuera la furia o venganza, eran una total pérdida de tiempo.

Aunque desde hace algunos meses, ese estúpido chico de cabellos castaños le ha hecho tragarse sus propias palabras.

Por qué gracias a el, al fin entendió el significado de esa estúpida frase de "sentir mariposas en el estómago".
Le costó meses de negación, pero si, su querido Pino lo tenia hecho un idiota.

-.Las emociones humanas son idiotas y muy confusas, no las necesito.- pensó Bill en sus adentros, pero al girar y encontrarse con ese revuelto cabello castaño, con esos ojos zafiro.. Tan puros y tranquilos acompañados de esa pequeña y discreta sonrisa; se sintió más que patético por pensar que podía escapar de esta situación tan fácilmente.

No podía escapar de las garras del amor así de fácil.. por qué, si, aunque odiara aceptarlo, estaba enamorado de el.

Y posiblemente jamás se lo diría, no podría jamás hacerle eso. Y tampoco pensaba que el pudiera corresponder a sus sentimientos, después de todo era un jodido demonio. Tenía suerte de que al menos lo considerará un amigo. Aunque la palabra "amigo" le hacia sentir una punzada en el pecho cada que lograba escapar de eso suaves labios, a los que comenzó a ponerles más atención últimamente. ¿Cómo se sentiría besarlos?

-.¿Entonces que opinas?.- Escucho y salió de su trance, recordando que aquel chico en que tanto pensaba, estaba ahí, sentado a su lado, hablando y hablando como era costumbre.

Quien al no recibir respuesta del contrario, supuso que había dejado de escucharlo hacia tiempo.

-.Fresa o zarzamora, Bill, para el picnic.- Repite el menor rodando los ojos esperando una respuesta.

-.Fresa.- Responde apenas pudo reaccionar.

-.Has estado muy distraído últimamente..- Murmura burlón mientras guardaba todas las cosas en la canasta.

-.Tu usas maquillaje para cubrir tus ojeras.- Responde mirandole mientras rodaba los ojos, escuchándole reir como respuesta.

-.Touché..- Dice entre suaves risitas mientras se acercaba a el una vez la canasta estuvo lista. -.Anda, sirve de algo y carga esto.-

Y así, entre bromas y cortas y triviales platicas terminaron caminando hasta aquella gran colina otra vez, para tener su picnic como era habitual.

O al menos ese era el plan que tenían. Un picnic, entre amigos.

Dos amigos idiotas, enamorados uno del otro. Aunque uno de ellos aún no descifraba que lo que sentía, era amor.

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Holaaaaa, perdón por la tardanza ksjxns, gracias por leer.

Agregue separadores, les gustan? Voy a ir cambiando las imágenes con el tiempo jjjj