Siento que me desconoces
Siento que tocarme ahora te de igual (te da igual)
Cada vez hay más temores
Crece como hiedra la inseguridadUno de los guardias del salón se acercó al Emperador quien, hasta entonces, hubo estado entablando conversación con sus asesores sobre la relación con Tiflis; sentado a los pies del hombre más importante de Grecia estaba el pequeño doncel, recibiendo las caricias de mano de su amante mientras escuchaba con curiosidad cómo resolvían problemas de relaciones exteriores.
- Emperador –saludó haciendo una reverencia-, un ciudadano requiere una audiencia en privado con usted, me supo indicar que era urgente.
- ¿De quién se trata?
- El Tutor Kim.
Aquello no les supo nada bien a ninguno de los dos, ni a Jimin, ni a Jungkook. El alto le dio una indicación al soldado para que lo hiciese pasar, mientras tanto despidió cortésmente a los hombres que lo acompañaban. La puerta se abrió dejando paso al joven tutor, su aspecto nervioso, preocupado, y de muy mal dormir alertó a la pareja. Un mal presentimiento se asentó con rapidez en el pecho de Jimin.
Y me lastima ver que intentas rescatar
Lo que un día
En el alma nos unía
Ya no está
Aunque estas
Es momento de afrontar la realidad- Mi Señor –saludó el doncel arrodillándose en el piso con la cabeza baja-, lamento interrumpirlo, sé que debe tener asuntos de mayor importancia que recibir a un humilde ciudadano...
- ¿Taehyung? –inquirió Park con extrañeza pues era muy raro que el hombre castaño le hablase con tanta formalidad, como si fueran extraños.
- Necesito su a-ayuda.
- ¿Qué ocurre, Tae? –le preguntó casi con desesperación al verlo tan asustado-. Ponte en pie, por favor, y mírame a los ojos.
- ... No puedo... -gimió conteniendo un sollozo.
Jungkook, puesto en pie, se acercó a su amigo y frente a él volvió a estar de rodillas, trató de verlo a los ojos mas el otro era totalmente renuente a verlos a la cara.
- ¿Qué favor es el que deseas?
- Quiero irme.
Tu me quieres pero yo te amo
Esa es la verdad
Tu presencia aquí me esta matando
Sentirte a la mitad
Me he cansado de intentar y no lograr
Que te vuelva a enamorar
Se que no me quieres lastimar
Pero tengo que soltarte
Hoy te dejo en libertadLa sangre de la pareja, Jungkook y Jimin, se heló de sólo oír la petición, una a la que el Emperador no estaba dispuesto por nada en el mundo a aceptar. Se cuestionó seriamente qué atormentaba al doncel para que decidiese abandonar su cómoda vida en Grecia, se preguntó si era feliz.
- ¿Por qué? Tae, necesitas explicarme qué ocurre.
- Soy una vergüenza para todos... en verdad necesito marcharme.
- Tae, por favor... -suplicó Jungkook al repasar en la reticencia del otro.
- ... Es... Estoy en cinta.
De los orbes chocolate de Taehyung se desbordaron lágrimas gruesas que rodaron sin control mejillas abajo hasta caer por su mentón hasta su túnica. Sus sollozos fue la única música que acompañó la sorpresa de los otros. Jimin quiso preguntar si acaso escuchó bien, si aquellas tres palabras fueron una ilusión, un sueño o algo parecido porque su cerebro no podía procesarlo con facilidad. Luego, por su puesto, todo cobró sentido: los malestares en el doncel desde hace semanas y su continua ansiedad. No era médico o un erudito en el tema pero quizás debió sospecharlo.
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A los Pies del Emperador (Jikook)[Adap.]
RomanceEn la antigua Grecia el romance era algo utópico y el sexo la verdad. El Emperador Park Jimin obtuvo, curiosamente, un esclavo de gran belleza con una oscura misión: asesinar al líder del Imperio. - Lo siento, lo siento, mi Señor -sollozó Jungkook...