「✧Capítulo Final.」

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(RoomieLong Distance love)

No, I can't hold you darlin'
And I can't stroke your hair
And I know your eyes are sparkling somewhere
God, I wish it was here

El salón estaba en silencio, los escribas y asesores se quedaron sin palabras ante la insistencia que presentaba Jimin respecto al tema del matrimonio. Las miradas curiosas, otras inquisitorias o mal intencionadas, se dirigieron al doncel que cuidaba celosamente a su hijo intentando que el niño no se pusiera inquieto o a llorar, eso sería la cereza del pastel para dicha situación.

- Retírense –pidió el Emperador a todos los escribas, asesores y guardias-. Sígueme Jungkook.

Park se puso en pie, se acercó a su amante y tomó a MinGuk en brazos, entonces comenzó a caminar en dirección a la salida que llevaba al jardín. Jungkook se mantuvo callado, anonadado por la declaración que Jimin hubo hecho, sin saber qué decir o cómo actuar.

- ¿Crees que a MinGuk le guste vivir en Atenas?

- ... Es un niño pequeño, supongo que puede acostumbrarse a cualquier lugar.

- ¿Y tu, te acostumbrarás?

- Esparta es el lugar en el que nací, pero nunca lo sentí como un lugar al que pudiera considerar hogar . En Atenas es diferente... porque mi hogar está en donde quiera que tú y mi hijo estén.

Days turn into weeks turn into months turn into
God knows how long since I felt your lips
Days turn into weeks turn into months turn into
God knows how long since I told you this

Jimin sonrió gratamente. Bien sabía que Jungkook era feliz a su lado, pero nunca estaba de más preguntar. Claro que en esta ocasión una pregunta era indispensable, una que definiría en gran medida su relación y su vida a futuro.

- MinGuk es también mi hijo –le dijo Jimin acariciando las mejillas del niño entre sus brazos.

Jungkook sabía que, a pesar de conocer muy poco a Jimin, su hijo sentía un gran lazo como sólo un padre podría tener con su hijo. El ambiente se sentía ligeramente tenso, quizás porque pronto se daría el momento más importante, o quizás porque ambos se sentían nerviosos de tener que tocar el tema del matrimonio.

- Sé que por mi culpa perdiste a nuestro hijo, sé que sufriste mucho por mis descuidos, pero ahora quiero redimir mis errores si me lo permites.

- También fue mi culpa.

- Un ángel nunca comete errores, tesoro mío.

- ... resulta que no soy un ángel.

- Pues para mi lo eres –refutó tomándolo por la cintura para luego plantarle un beso en los labios, dulce y suave considerando que su hijo estaba presente.

- ... Jimin, ¿en verdad quieres casarte conmigo?

- La pregunta aquí es si tu lo quieres.

- Soy un sirviente espartano, no tengo título de nobleza ni nada que ofrecer.

A los Pies del Emperador (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora