Por Simpre Mi Amor

CAPÍTULO 28 SEGUNDA PARTE

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Había estado dando vueltas por su habitación, algo indeciso en ir a buscar respuestas. Pero después de esa llamada, el estómago parecía querer salirle por la boca, y algo en su pecho no dejaba de molestar. Una incomodidad crecía rápidamente, como si ya supiera toda la verdad.

Chen Hao, decidió no seguir tragándose la duda, y salió hacía la habitación de Huaisang; Sin embargo, ni siquiera llegó a tocar el pomo de la puerta, pues lo que escuchó al otro lado de ella, fue suficiente para esclarecer lo que tanto temía.

Volvió a su habitación mas rápido de lo que salió, y contuvo con todas sus fuerzas las ganas de tirarlo y romperlo todo, ya que si lo hacía, Nie Huaisang lo sabría.

Lleno rabia y celos, tomó una pluma de plata que estaba sobre una cómoda, y fue hacía su cama para tomar una almohada y empezar a clavarla en ella.

- ¡De modo que estas con él!....¡Estas con él!...¡Tú maldito omega hijo de puta!¡Estas con eeel!

Descargaba toda su ira con la imagen de Wei WuXian en su cabeza, lanzando maldiciones y palabras llenas de odio mientras la pluma se enterraba una y otra, y otra vez destrozando la almohada.
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Dio el último sorbo de vino, para que la copa quedara vacía. Giró levemente el cuello, y miró al hombre sentado a una corta distancia de él.

De los hombros para arriba, admiró el bello perfil del alfa, y suspiró silenciosamente.

《Tan guapo》《Como si los Dioses te hubieran tallado a mano》

- Lan Zhan. - le llamó, y el alfa volteó a verlo. - ¿Beberías conmigo, Lan Wangji?

- No.

- ¿Porqué no?.- preguntó, y se inclinó levemente hacía él. - ¿Tienes miedo de perder el control?

La sonrisa traviesa y el tono sugerente un tanto inconsciente, hizo que Lan WangJi mirará los rosados y esponjositos labios de Wei WuXian; Dio un breve suspiro, respondió.

- No tengo miedo.

- ¿Estas seguro de eso?

- ¿Y tu?. - Lan WangJi le clavó la mirada, y también se acercó a él. - ¿No tienes miedo de lo que pueda pasar?

Los penetrantes ojos del Lan parecian querer atravesar su alma, y el brillante color dorado hizo que su manzana de Adán subiera y bajara con dificultad. Soltó una risita nerviosa, y se alejó del Lan.

- Creo que bebí demasiado...Discúlpame, Lan Zhan.

El omega no se dio cuenta de que Lan WangJi apretó ligeramente la mandíbula, mientras la mano que colgaba sobre su rodilla se cerraba con fuerza y frustración. Los ojos que brillaron segundos antes, se habían apagado levemente, el rostro cayó hacía el suelo ligeramente, y peleó con su autocontrol.

Wei Ying se levantó después de un ruidoso suspiro, y los orbes de Lan WangJi lo siguieron de reojo.

El omega se detuvo para dejar sobre la mesa la copa y botella, y él se estaba conteniendo con su corazón latiendo como loco. Trataba de mantener la calma, la cordura, y sus ganas de tomarlo entre sus brazos, pero no pudo. No pudo soportarlo, y tampoco quiso detenerlo.