C. 102.

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Cierro mi maleta en cuanto siento que Ross entra a la habitación de Rydel y giro rápidamente, para ver su rostro inexpresivo. Tal y como estaba cuando salimos de la cabaña.

-¿Terminaste?

Pregunta.
Sin algún interés alguno.
Asiento.

El repite la acción y se acerca hacia mí para poder tomar mi maleta entre sus manos.
Está por salir de la habitación pero lo detengo con su llamado.

-¿Podemos estar bien?

El ríe, completamente sarcástico.
Haciéndome sentir peor de lo que ya me sentía esta mañana.

-Yo encuentro esas mierdas en tu celular, trato de olvidarlo y pasar una buena noche... amanece y te encuentro revisando mi teléfono porque Jas me llamó, Dios ____________, es que contigo no se puede, ¡Eres una fresca!

Ladeo la cabeza.
Y toco su hombro para impedir que se vaya.

-Ross, lo lamento- susurro- Harold realmente solo es un amigo, no hay nada entre los dos.

-Ya. Al igual que Jas y yo.

-Tu y ella estuvieron a punto de tener una relación... no hay punto de comparación, además, por si no te lo comenté, Olivia quiere estar con Harold, y sabes que ella es mi mejor amiga, jamás le haría algo así.

Ross bufa.
Lo observo.
Parece que está más enojado de lo que estaba antes, cosa que me aterra.

-No estoy enojado por eso, estoy enojado por tu jodida desconfianza, por non contarme las cosas y porque me has hecho miles de escenas de celos por Jas desde que llegamos a Colorado, te he implorado que me disculpes y lo hacías, pero demonios, yo encuentro una mierda tuya con Harold ¿Y debemos de estar bien obligatoriamente porque tú me lo dices?

Asiento.
Lanzándole una pequeña sonrisa divertida, pero la quito de inmediato cuando Ross me mira mal y procede a voltearse para bajar mi maleta al primer piso de su casa, de la cual, nos iríamos en menos de tres horas.

+

Despido a la familia de Ross con la mano por última vez y me bajo los lentes de sol que traigo en la cabeza para poder comenzar a mirar hacia la carretera.

Ross sigue serio.
Totalmente inexpresivo.
Hasta incluso, estuvo de la misma forma cuando se despidió de su familia.

Ellos saben que está molesto conmigo.
Deben de estar odiandome ahora mismo.

-¿Puedes cambiar ya de cara?

Pregunto, comenzando a enojarme ya.

-No puedo, es la misma de siempre.

-Ross, te has pasado todo el día con esa cara que más parece sello- suspiro, abriéndome tan solo un poco la camisa que llevo puesta- Que horror.

-Que horror que quieres que todo sea como tú digas.

Niego de inmediato.

-No es eso, es sólo que, ya no puedo cambiar los hechos, sin embargo, sé que esto que pasó en el pasado, ya no pasara en el futuro, y te lo he prometido más de tres mil veces en todo el día pero no pareces creerme.

Ross suspira.
Estaciona en auto dentro de un pequeño bosque al medio de la carretera, y me observa, con mayor atención que la de antes.

Mi pulso se acelera.
Y por alguna razón, me dan unas terribles ganas de llorar.

-____________, odié la actitud que tuviste en cada una de las salidas con mis amigos desde que llegamos- suspira de nuevo- Odié que ayer revisaras mi teléfono creyendo que ibas a encontrar cosas con Jas que ya sabes que no son ciertas... Quieres que te tenga confianza, pero haces tremendas mierdas que me dañan la cabeza, o bueno, crees que hago mierdas, pero en realidad la que las ha hecho has sido tú.

WhatsApp | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora