C. 84.

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Reviso mi teléfono por última vez antes de entrar a la escuela. Ross me volvió a dejar en visto.

Gruño.
¿Qué demonios tiene? Pensé que se le pasaría en un día, pero con este ya serían tres.

-Te ves mal- comenta Olivia acercándose a mí a penas me ve entrando a la escuela.

Suspiro.

-Lo sé, no he podido dormir en todo el día, ¿haz visto a Ross?

Ella niega.
Y yo vuelvo a gruñir.
Jodido rubio.

-¿Debería buscarlo a su salón?

-Claro que sí, también quisieras que él haga eso por ti.

Asiento.
Teniendo en cuenta que tendría que ver la cara de Kimmy.

-Vuelvo en 10 minutos.

Le informo para continuar con mi camino hasta el aula C del último grado de secundaria. Cuando estoy al lado de la puerta, echo un vistazo, logrando solo ver a dos personas que no conozco de nada.

Genial.
Definitivamente tengo que entrar.

Y eso es lo que hago.
Pero no está allí.
Ni tampoco nadie que conozca, a excepción de las amigas de Kimmy pero sin ella.

-¿Llegó Ross?- le pregunto al chico de cabello rizado que esta sentado en la primera fila.

-Sí, creo que esta en la cafetería, o quizá el baño.

Le sonrío.
Y le hubiese dicho gracias de no ser por mis increíbles nervios actuales.

Salgo lo más rápido que puedo del aula y me dirijo hacia la cafetería tratando de no desvanecerme.

Puedo parecer exagerada, pero hace 34 horas que no consigo dormir, pensando en Ross y en si quiere o no terminar conmigo.

Mis ojos duelen por el llanto que he estado soltando en aquellas horas. No me sorprende.

Cuando llego a la cafetería, puedo sentir como si estuviese a punto de darme un mini paro cardíaco. Ross está ahí, al lado de Marcus, quien habla con Kimmy entretenidamente.

Ross está a un lado.
Mirando fijamente su teléfono con una media sonrisa, tiene los audífonos puestos.

Trago saliva.
¿Por qué no me responde?
Ya sé que no quiere hablar conmigo pero...
¿Significa que terminamos?

Me acerco tan solo unos pasos.
Nadie de estos nota mi presencia.
Puedo darme cuenta de que Ross mueve los labios.
Esta haciendo videollamada con alguien.

Frunzo el ceño.
Camino hasta llegar a la mesa en donde están los tres, captando las miradas de ellos.

-¿Podemos hablar?- digo en un susurro, sin mirar a Kimmy y a Marcus, seguramente con las mejillas más que rojas.

-Ven aquí.

Me dice él.
Sin dejar de mirar la pantalla de su teléfono celular.
Y eso es lo que hago, voy hacia su lado y me siento, por fin pudiendo ver que es lo que esta viendo.

Hay una señora rubia y con una sonrisa enorme a través de la otra pantalla. Miro a Ross, sin saber que decir o hacer.

Ross me pasa un audífono, y me indica con la mirada que me lo coloque. Le hago caso, y allí es cuando procede.

-Mamá ella es ______________, _______________ ella es mi madre.

Sonrío.
Nerviosa.
Mirando la pantalla sin saber como reaccionar.

WhatsApp | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora