Un día había pasado después de lo ocurrido; Armin tuvo que dormir en la habitación de invitados y ______ tenía que salir para seguir organizando algunas cosas y terminar de adaptarse a su nueva cuidad, pero aunque no quería dejar a Armin solo tampoco tenía otra opción.
— ¿A dónde va? — le preguntó el rubio al ver a la chica en la puerta.
— Tengo algunos asuntos pendientes, así que te quedarás sólo por un par de horas. Tengo que irme rápido porque si no perderé el autobús, pero aún así tengo que decirte varias cosas antes de irme. Por favor, no toques nada, no enciendas la estufa, si te da hambre hay una ensalada fría en el refrigerador o lasaña que sobró de ayer en el microondas, no entres a mi habitación, si te aburres puedes ver televisión, no trates de comerte el control remoto otra vez, y por favor trata de no incendiar la casa para cuando llegue. — se fue.
Armin ni siquiera había entendido la mayoría de lo que dijo.
— ¿Qué es un microondas? — habló para sí mismo.
Meditó por un momento sobre ello y decidió mejor hacer lo que ella le había dicho; tomó la cosa que ella había llamado “control remoto” para encender la otra cosa que él podía asegurar que era un espejo mágico pero ella había llamado “televisión.” Iba a ser un día largo.
Ahora estaba solo en casa.
Lo malo fue que no le gustó lo que estaban pasando por la televisión y no sabía con qué botón podía cambiar lo que estaba viendo; se decidió por presionar todos los botones hasta dar con el correcto.
Sonrió victorioso cuando logró su objetivo luego de cambiar un montón de configuraciones sin darse cuenta; empezó a buscar algo interesante y se detuvo cuando vio algo que le llamó la atención. Se sentó en el sillón mientras veía atento lo que sucedía, pero pronto empezó a cambiar de posición donde estaba y recostó, luego se puso boca abajo, luego abrazó sus rodillas y por último se volvió a acostar, pero en ésta ocasión boca arriba.
Apenas habían pasado 30 minutos, aunque él no sabía de eso y sólo sintió una eternidad.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando su estómago empezó a avisarle que tenía hambre.
— ¿Qué fue lo que dijo la princesa sobre la comida? — se preguntó a sí mismo. — Estaba en el refu...refi..refir...¿Cómo se llamaba? Mejor busco la otra cosa, de todas maneras me gustó la lasaña y ella dijo que aún quedaba en el micro.... microondas. No sé qué será pero suena genial.
Caminó hasta la cocina y buscó el microondas a pesar de que no sabía exactamente qué era lo que estaba buscando.
— Ahora que lo pienso, ¿cómo sabré que lo encontré? — buscó con la mirada mientras pensaba en qué podría ser; ya había revisado cada uno de los estantes y no encontró nada.
Fue entonces cuando sus ojos dieron con un objeto totalmente desconocido para él; lucía como una caja con muchos botones, números y luces.
— Tal vez sea ésto. — el único problema es que no tenía por dónde abrirlo y estuvo intentando por un rato sin éxito.
Pensó que podría abrirlo de un golpe, pero luego se dio cuenta de la “caja” tenía una parte diferente al resto, como si pudiera empujarse hacia adentro, así que presionó ahí y el objeto se abrió.
— ¡Aquí está! Sabía que iba a ser genial. — sacó la lasaña que estaba en un plato. — Pero está fría.... — su ánimo decayó; quería comerse su lasaña caliente como el día anterior, pero ¿qué podía hacer si ya estaba fría?
Tal vez ella tenía algo que podría ayudarle, después de todo las cosas que había visto hasta el momento habían sido increíbles.
— La princesa dijo que no podía usar la estufa, pero tal vez el microondas tenga la misma función. Tiene que ser, está calentito ahí dentro.
Volvió a meter la lasaña ahí dentro y cerró el microondas; ahora tenía que averiguar cómo funcionaba. Presionó varios de los números hasta marcar 25 minutos y 47 segundos y luego presionó donde decía “iniciar.”
Y esperó.
Y siguió esperando....
Y esperó aún más.......
Y se aburrió de esperar.
Y regresó a ver la televisión mientras esperaba.
Se avergonzó un poco cuando vio una escena de dos personas besándose y se tapó los ojos con sus manos.
— ¿Por qué están haciendo eso ahora? ¿Qué tiene de especial para que lo hagan tanto? — escuchó a las personas en la televisión hablando.
“¿Por qué haces ésto? No lo entiendo... ¿Por qué me besas?” — preguntó lo que él supuso era una mujer.
“Porque eres especial para mí, por eso.” — respondió el otro.
— Supongo que eso responde mi pregunta. — quitó sus manos de su cara al escuchar que habían terminado y siguió viendo el resto tranquilamente.
Fue así hasta que el microondas término y empezó a sonar muy fuerte; él se asustó y se tapó los oídos.
— ¡¿Por qué suena así?! — se quedó en la misma posición hasta que el sonido paró, entonces se levantó y volvió a abrir el microondas de donde salía mucho humo. — Sabía que servía para ésto. — trató de agarrarlo, grave error. — ¡Auch! Está muy caliente.... — lloró. — Yo sólo quería comer...
Justo en ese momento, _______ entró de nuevo por la puerta y Armin corrió a recibirla.
— ¿Armin? — preguntó al ver que la televisión estaba encendida y él no estaba ahí. — ¿Dónde te metiste ahora?
— ¡Ya llegó! — salió de cocina entusiasmado y la abrazó.
— Sólo me fui por dos horas, tranquilo. — le acarició la cabeza como si fuera un niño pequeño.
— Pero la extrañé mucho, princesa; fue muy aburrido sin usted aquí.
— No creo que haya sido para tanto.
Entonces a Armin se le ocurrió algo; había una manera de demostrarle que era especial e importante para él.
— Princesa.
— ¿Qué pasa?
Se acercó a ella y unió sus labios en un beso, dejando a la chica sorprendida y avergonzada ante la situación; mientras Armin sólo la seguía besando como su fuera lo más natural del mundo.
📕 Hoy era día de dejar mi timidez de lado y escribir una escena de beso.
Cuídense y tomen mucha agua.
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Once Upon A Time - Armin Arlert
FanfictionA todos nos encantan los cuentos de hadas, ¿cuántas veces no hemos soñado con vivir en un mundo de fantasía? Sin embargo, ¿qué pasaría si fuera al revés? Armin Arlert, el héroe de un cuento es transportado al mundo moderno mediante un libro que apar...