— ¿Es aquí? — preguntó Armin al llegar a la tienda de aparatos electrónicos.
— Sí, aquí vamos a conseguir tu celular. — él veía toda la tienda como si fuera un niño en una dulcería, maravillándose con cada pequeña cosa que encontraba.
— ¿Qué es ésto?
— Son audífonos; si te gustan te puedo comprar unos para ti.
— ¡¿En serio?! Pero... no quiero hacerla gastar tanto....
— No te preocupes por eso; el dinero que traje hoy es exclusivamente para comprarte lo que quieras, así que si me alcanza no tengo problema con ello. — Armin se lanzó a abrazarla.
— ¡Gracias, gracias! — ella le devolvió el abrazo.
La gente en la tienda los estaba viendo, pero.... ¿eso qué importaba?
— Elige lo que más te guste, vamos. — lo llevó alrededor de la tienda buscando objetos antes del mismo celular, cuidando que quedara suficiente para comprar el mismo.
— Todo ésto es realmente increíble, ¿cómo pueden haber cosas así?
— Es por los avances en la tecnología; es el fruto del esfuerzo de las personas que vivieron mucho antes que nosotros.
— Ojalá tuviéramos ésto allá también; me hubiera sido de mucha utilidad. Como sea, es una razón más para quedarme aquí con usted.
_______ no pudo evitar sonreír ante eso. Armin siempre decía ese tipo de cosas con un gran brillo en sus ojos y a ella se le hacía difícil no ponerse nerviosa o sonrojarse por ello; después de todo no estaba tan acostumbrada a los cumplidos como otras personas.
— Bueno, creo que deberíamos ir a escoger tu teléfono ya, ¿no crees? — mencionó tratando de esconder su alegría. — Después de todo fue a eso a lo que vinimos.
— Sí, un “teléfono.” — ella se sorprendió por escucharlo hablar así, con palabras normales.
— No dijiste “espejo mágico.”
— Ya aprendí que no lo es, y si voy a quedarme aquí tendré que acostumbrame a todas las cosas que existen, incluyendo la manera extraña en la que hablan.
— Bueno, sí tú lo dices... ven a ver los teléfonos entonces. — lo guió hasta el centro de la tienda, donde exhibían los modelos de los celulares en venta.
— Hay muchísimos...
— Tómate tu tiempo, no te presiones.
— Creo que.... — analizó con la mirada a cada uno de ellos hasta que encontró uno que le llamó la atención. — ¡éste! — lo señaló.
— ¿Ese? — no era un modelo muy nuevo, pero sin duda era un teléfono de calidad; además era de color amarillo y combinaba perfecto con él.
— Sí, ese me gusta.
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Once Upon A Time - Armin Arlert
أدب الهواةA todos nos encantan los cuentos de hadas, ¿cuántas veces no hemos soñado con vivir en un mundo de fantasía? Sin embargo, ¿qué pasaría si fuera al revés? Armin Arlert, el héroe de un cuento es transportado al mundo moderno mediante un libro que apar...