Mi alfa es un lobo [Katsudeku] [Omegaverse]

XIV. Melodía de navidad

24 de diciembre de 1876

Era la mañana de la víspera de navidad y el gran baile de la aristocracia se daría en la bella ciudad de Bruselas, todo el mundo estaba contento con el gran árbol navideño de la gran plaza, el Palacio Real de Bruselas era decorado con adornos muy valorados.

Todos los aristócratas buscaban sus mejores atuendos para asistir al gran baile de navidad, las tiendas estaban en su mejor auge, las ventas eran extraordinarias, los pueblerinos visitaban la ciudad para el baile del pueblo que se armaría en la gran plaza central.

Los niños corrían de la mano por la plaza central que lucía hermosa mientras la condesa Midoriya buscaba un vestido para el baile de esa noche, todo el mundo era feliz dulces por todo el lugar, el pequeño peliverde de mejillas sonrojadas tenía una bufanda roja que lo abrigaba del frío de la época.

El niño de cabellos cenizos compraba bastones de caramelos para ambos con muchísima felicidad, las orquestas navideñas comenzaron desde temprano, entre violines, cellos, clarinetes y contrabajos se generaba la dulce melodía.

Un solo de un violín se dio a presencia el pequeño observaba a la jovencita que comenzaría su recital de navidad en la plaza, sintió una emoción en su corazón, se sintió tan pequeño en el público pero al oír las notas que salían de aquella caja de madera que alguna vez estudió en sus clases de música lo llenó de un millón de sensaciones.

Sólo en medio de la gente veía la destreza de la joven mientras deleitaba a todos con el sonido que producía cuando el arco pasaba por las cuerdas de su violín, el pequeño sintió como si hubiera encontrado lo que realmente amaría hacer por el resto de su vida.

Sus ojos brillaban de una forma especial al ver cómo la melodía llenaba su corazón, una melodía de navidad, la nieve caía lentamente de forma suave posándose en su suave cabello, al finalizar los aplausos no se hicieron de esperar.

Las personas eran felices, el niño estaba muy emocionado, por fin sabía que es lo que quería esa navidad salió entre la multitud para encontrar a su amigo con dulces para los dos.

- ¡Kacchan! ¡Kacchan! ¡Kacchan! - Lo llamó con insistencia para ir corriendo hacia él tumbándolo a la nieve en un abrazo.

-¡Ten cuidado Deku! - reclama el niño que sujeto con fuerza la bolsa de los dulces para no perderlos.

- Ya sé que quiero ser de grande Kacchan - sus ojos brillaban de una forma estallante y una felicidad que hace mucho no veía en él.

- ¿En serio? - sonrió al ver a su pequeño pecoso tan contento como antes de la muerte de su padre.

-¡Sí! - asintió con la cabeza con convicción.

"Quiero ser un gran violinista"