𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐂𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨: 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐫𝐚𝐬, 𝐏𝐥𝐞𝐢𝐭𝐨𝐬 𝐲 𝐅𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚

609 42 11
                                    

James suspiraba cansado, estaba recostado sobre la pared de la editorial. Días atrás había sido la inauguración de la editorial y estaba más que emocionado, pues aquello era un legado que su padre le había dejado para que continuara él y su pequeño ángel, Luna. Suspiró. Quien le hubiera dicho hace veinte años atrás, cuando quería tener un hermano con quien jugar, que tendría una dulce hermana, hubiera pensado que estaba loco y hubiera huido ante la idea de tener una hermana, y no es porque no quisiera, sino porque desde su punto de vista, las niñas eran más...«delicadas», pero aquello no era el caso, su hermana no era una flor que tuviera que tener a un caballero siempre cuidando de ella, sino que era todo lo contrario, incluso pensaba que en un posible descuido, sería ella quien cuidara de ellos.

- ¡No Harry! - chillaron cerca de él, lo que provoco que girara la cabeza para saber que era lo que había pasado 

Una risa casi abandona su persona, pero no quitaba el hecho de que una sonrisa asomó por sus labios. Flor, su amada hija parecía estar en batalla campal con su hermano, mientras que era cargada por Henry, parecía que Harry había hecho enojar a Flor y la imagen que se presentaba frente de él hacían que su corazón doliera, pues por fracciones de segundos; no veía a sus hijos y a su sobrino, sino que podía observarse a si mismo con Aristóteles y Luna, ¿Cómo habrán sido cuando era jóvenes? Tenía que investigar, deseaba una foto o un retrato de su hermana cuando era más joven. 

- Papá/Tío - llamaron tres voces 

Pronto, se vio rodeado por cinco niños, parecía que los Malfoy y los Longbottom había llegado por fin.

- ¡Hey niños! - saludo a los hijos de sus amigos y cargo en brazos a su amada hija - ¿Qué ha pasado? 

- Mamá te busca - expresó Henry 

- Es cierto, creo que hay problemas - señalo nervioso Neville 

- Iré a ver, mientras tanto revisen que realmente lleven todo y por allá, hay unos libros que les va a gustar - dijo, señalando hacía una parte de la editorial 

Observando como se perdían entre lo estantes y camino hacía donde estaba su hermana y cuñado, este último cargaba a Alaín quien parecía estar dormido en los brazos de su cuñado. Se acercó un poco más, logrando observar que un hombre parecía estar a punto de saltar sobre su hermana.

 - ¿Qué esta pasando aquí? - cuestionó, la voz que había salido de él, parecía ser similar a la que ocupaba en los casos con los aurores 

- ¡Hermano! - exclamó Luna, su voz sonaba aliviada, como si pensara que aquel sujeto podría hacerle algo 

- ¿Qué sucede? - 

La pregunta no fue dirigida a una persona en especifico, sino que fue para todos los presentes, y los ojos violetas de su cuñado parecían querer demostrarles la determinación que por poco, podía romper con lo sucedido. 

- El caballero aquí presente nos ha venido a decir que pondrá una demanda por dar al publico conocimiento sobre la magia negra - bufó Aristóteles, estaba claro que estaba lo que le seguía de furioso 

- ¿Magia negra? - cuestionó, parecía que el hombre en cuestión no le prestaba atención, por lo cual, no había notado su insignia de auror, misma que tenía ocupar cuando estaba de civil 

- ¡Si! - exclamó fuertemente, incluso llego a sospechar que Alaín se despertaría - Esta editorial solo tiene gente que maneja la magia negra, no me es de extrañar que una ladrona de linaje como usted este al mando de todo esto 

«Ladrona de linaje» Esas habían sido justamente las palabras que Molly Weasley, Dumbledore y McGonagall habían ocupado tiempo atrás, y en aquella ocasión había estado dirigido a su hermana, y eso no lo iba a permitir. 

𝐒.𝐎.𝐒 𝐂𝐨𝐫𝐧𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐄𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 (𝙹.𝙿-𝙶.𝙷) ᵗʳᵉˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora