James detalló a Giselle, quien le cantaba a sus trillizos alguna canción que ella misma había escuchado, se cuestionaba cuando fue que terminó aceptado aquel sentimiento por la pelirroja, pero sabía que tenía mucho que ver con sus pequeños demonios...
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Hola querido lector(a) esta nota es para informarte que este capítulo será más que nada dedicado a Giselle y Susan, por lo cual no habrá mucha participación de nuestros chicos Potter favoritos.
Por lo cual, siento si se desaniman por no tener ese hermoso contacto que se ansia con emoción. También les informo que habrá un tipo de homenaje y participación para nuestra reina favorita junto a los príncipes, pero informo que es información que recopile, así que lamento si hay algún fallo.
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Giselle Hufflepuff, era sin lugar a duda la pelirroja más extraña; si ella misma lo pudiera decir. Desde que tenía uso de razón, su padre le había dicho que era diferente a los demás niños, no solo por ser una niña con salud algo delicada, sino también por ser la heredera directa al legado de la familia Hufflepuff.
De pequeña se le había informado que ella sucedería a su padre y se preparo como era debido, estudió más de ocho horas al día, desde clases básicas, hasta las más avanzadas y no es que su padre se lo haya impuesto o incluso su madre, sino porque ella quería demostrar que tenía el conocimiento necesario y que no iba a necesitar de nadie para lograr sus objetivos. Por eso cuando tenía dieciséis años y la familia Smith llego exigiendo el titulo familiar, ella fue quien puso las cartas sobre la mesa, no dejaría que esa molesta familia fuera la que tomara las riendas de su hermosa casa, por lo cual saco el peor lado que la casa Huflepuff tenía, Las torturas.
Los Hufflepuff eran visto por la sociedad mágica, como una casa de bondad, amabilidad, trabajadora y amigable, pero claro que nadie sabía la segunda cara de la moneda. Como cualquier casa que solo ven lo bueno o lo malo, no buscan tener un concepto general y solo creen lo que se susurra en voces bajas. Nadie sabía que realmente había algo más.
Desde la fundación de la casa Hufflepuff, esta fue quien se encargaba de los trabajos sucios de la realeza, eso involucraba robo, asesinato e incluso desapariciones, por lo cual, Giselle creía fielmente que nadie conocía la verdadera cara de las mentiras que todas las casas empleaban para cubrirse las espaldas.
