[🍋] One-shots kimetsu No Yaiba ᵖᵉᵈⁱᵈᵒˢ ᵃᵇⁱᵉʳᵗᵒˢ

𝙺𝚊𝚒𝚐𝚊𝚔𝚞 𝚡 𝙳𝚘𝚞𝚖𝚊

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¡Pedido de simp_de_rengoku27!

Kaigaku x Douma... ¡¿Kaigaku x Douma?!

/Se mata.

Nunca antes había oído hablar de ese shipp. Pero bueno, sobre gustos no hay nada escrito, entonces procedamos. ☆(ﾉ◕ヮ◕)ﾉ*

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Kaigaku maldecía en voz baja, era lo único que podía hacer mientras intentaba liberarse de unas esposas en su espalda. Apretaba fuertemente sus puños. Todavía mantenía orgullo, pero simplemente no sabía cómo sentirse desde que fue considerado esclavo. Pero sobre todo, esclavo de otro chico, y peor: una poderosa luna superior. Sentía su heterosexualidad rota, todavía recordaba el momento en el que todo empezó; el día en el cual encontró a Douma haciendo cosas indebidas (Douma cochino) y bajo su presionante mirada tuvo que complacerlo por primera vez. Al parecer el rubio no le quiso quitar la vista de encima desde ese momento, y terminó haciéndolo su esclavo.

Era su primer día siéndolo, sus pupilas se achicaron al sentir las manos de su amo acariciando su pecho desde atrás. Kaigaku no pudo evitar que un leve sonrojo floreciera en su rostro.

-¡J-Joder, suéltame!

Intentó expresar molestia, mostrando sus dientes en tan "amenazante" comentario. Douma le dió una palmada en el cuello, haciendo que el pelinegro suelte un leve vocífero, callándose al instante ante su superior mientras la palmada empezababa marcarse en su cuello.

-No deberías hablarle así a tu amo, Kaigaku~

El chico rubio seguía acariciando el marcado pecho de su esclavo desde su espalda. Llevó dos dedos a la boca del pelinegro, metiéndolos en esta y tirando desde la parte interna de su mejilla, obligándolo a abrir la boca. Kaigaku se veía así de sumiso, sacando un poco su lengua y sintiendo cómo Douma pasaba su otra mano libre por su abdómen, empezando a bajarla a su entrepierna. El chico pensaba en oponer resistencia, pero sabía que sería en vano, entonces solo se limitaba a ver cómo esa mano se aproximaba a su entrepierna, dejando un camino de caricias burlonas a su paso. Douma sonreía, amaba tenerlo a su merced.

Mientras seguía con los dedos del rubio en su boca, gimió un poco al sentir que esa mano ya estaba dentro de su ropa interior, intentando alejar su cintura de esa mano mientras un sonrojo en sus mejillas le rompía el orgullo.

-D-Dōma... P-Pogh favogh-

No podía hablar bien con esos dedos en su boca, y Douma lo sabía, entonces agregó uno más y los adentró un poco. Ahora ya no podía ni maldecir, apretaba sus puños con impotencia. «J-Joder, joder... Mierda» pensaba al momento en el que Douma empezó a acariciar su miembro, masturbándolo con mucho cariño. Se alegró al ver que su pequeño esclavo no tardó en tener una erección, cosa que le ocasionaba vergüenza y culpa al pelinegro.

-Fuf~ Kaigaku, ¿Acaso te gusta? ~

Cerró sus ojos cuando su amo dijo eso, empezando a gemir cuando movió más rápido la mano que lo masturbaba, apretando con algo de fuerza de vez en cuando, cosa que le causaba espasmos. Era muy divertido jugar con su esclavo, empezando a sentir cómo éste desbordaba saliva de su boca al tenerla mucho tiempo abierta.

-Saborea mis dedos, pequeño~

Mientras su cuerpo se estremecía al tener su miembro siendo estimulado, solo podía obedecer. Douma dejó de tirar de su boca para que el chico pueda lamer mejor sus dedos, cosa que hizo, empezando a utilizar su lengua de manera torpe. Adoraba humillar a ese pelinegro que siempre tendía a tratar mal a los demás, le encantaba hacerlo sentir inferior. El mismo sujeto que fue bully de muchas personas (en especial de Zenitsu) durante tanto tiempo, ahora estaba con sus brazos esposados y gimiendo por la mano de otro hombre. ¿Será eso el karma?