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Vesta
Ya era de noche y las dos camionetas estaban listas. Paula ya estaba allí y nosotros no tardaríamos en llegar. El lugar se encontraba a las afueras de la  ciudad en un polígono abandonado. Sin cámaras, sin luces, sin polis y lo más importante sin Lucas. Al angelito lo dejor en casa, por si le da por suplicarme que perdone a su amigo.
La niña viaja en la misma camioneta que yo, sedada. A decir verdad a pasado todo el rato dormida por varias drogas, inofensivas claro. De esas que dan los médicos.
Subo al vehículo acompañada de tres de mis mejores hombres todos vestidos de negro yo incluida. No me despido de Lucas, no me veo capaz de hacerlo.
Que se supone que tengo que hacer decirle adiós con una sonrisa. Por favor que voy a extorsionar a su amigo no voy a hacerle magdalenas.
Llegamos al lugar acordado en menos de 15 minutos. Pablo ya está allí desde hace 10 minutos lo sé porque es justo lo que llegamos tarde a posta. Así lo hago sufrir algo más.
Bajamos de las camionetas no me molesto en ocultar mi cara se que no se ve. La luz es demasiado pobre una farola maltrecha ilumina justo donde esta Pablo. Por ahora el inútil está cumpliendo.

Lo miro bien, se nota que no ha dormido y tiembla del miedo. El pelo alborotado los ojos rojos de llorar y abraza la mochila con mi dinero como si fuese su salvavidas. Patético.

Tardo en hablar mientras me deleitó con la imagen. El pensando que es el más fuerte y así está temblando como un animalito debajo de la lluvia y apuntó de hacerse a llorar o de mearse encima, la verdad no estoy muy segura.

Pero vamos a averiguarlo

-el dinero- es lo único que digo

El intenta acercarse pero uno de mis hombres lo detiene a punta de pistola. Pablo para en seco y cierra los ojos con fuerza, creo que acabo de resolver el misterio porque esta apunto de hacerse pis encima

-Dale mejor la bolsa al que está a punto de volarte la cabeza- mi voz suena como si me estuviese divirtiendo, porque así es.
El asinete aún con los ojos cerrados y extiende el brazo para que mi guardaespaldas lo hagarre.

Le hago un gesto para que le quite la pistola de la cabeza  y lo hace trallendo la bolsa para contar el dinero.

El muy idiota de relaja, hay si supiera que tiene a una sicaria apuntándole justo a la cabeza .
Los minutos pasan en silencio a veces este es la mejor tortura. Me imagino en lo que está pensado, en su hermana, en salir vivo de aquí, en lo guapa que soy. A no eso lo estoy pensando yo.

A los pocos minutos me dicen que faltan 23 dolares. O vamos en serio no quiero cargarme a alguien por 23 mierdas.

– Haber cacho de mierda faltan 23 dolares–

– s-si lo se pe-pero no pude conseguir más tan ra-rapido— por el silencio que se forma ve que no le creo – vendí mi coche a un amigo y y solo me pudo par eso, se lo juro–

Es cierto, ridículamente cierto. No me queda otra que pensarlo bien. Podría matarlo y dejar a la hermanita en casa del alcalde. Pero estoy segura de que cierta persona me atormentaría de por vida. Yo me cago en Lucas en Pablo y en la madre que los pario a todos.

– dazle una paliza–
Cuando escucha mi orden empieza a retroceder

– A no, te vas a quedar quieto y vas a dejar que hagan su trabajo o la paliza se la lleva tu hermana –

Nada más decir eso paro en seco y se dejó hacer. Me sorprendí hasta yo no devolvió ni un golpe, no esquivó,no pataleo, ni siquiera suplico.
Es un idiota, pero quiere a la pequeña. Cuando ya me aburrí de verle retorcerse en el suelo chasquee los dedos y los golpes cesaron.

– Levanta– le grito casi con rabia

El lo hace no sin antes caherse al suelo provocando la risa de los presentes. Yo esta vez no me reí.

– traer a su hermana – la sacan de la camioneta, dormida– no la ha pasado nada ha estado sedada todo el rato asique no le quedará un trauma–

La dejan justo en medio de los dos tendida en el suelo el se quiere acercar pero la misma pistola de antes le detiene. Esta vez no cierra los ojos.

–Po-por f-favor haré lo que sea pero dejar que me la lleve–  nos suplica

Por un segundo  solo por un momento me da lasgima. Justo enfrente tengo a una persona totalmente detruida que le hemos quitado lo único que le mantiene en pie. Tengo derecho a sentir lástima pero no a mostrarla

– Nos vamos señores– todos vuelven a las camionetas– Esperaz 10 minutos y podréis iros– El digo a los hijitos del alcalde pero solo me escucha Pablo

– Si señora eso haré –

– Mira por lo visto sabes ser educado que sorpresa, con la de veces que faltas al respeto

Me voy dando la vuelta pero su voz me detiene

– ¿la falté al respeto en algún momento? – su voz salía temblorosa
– no sabes cuantas veces –
Después de eso me fui y lo único  que vi es como abrazaba a su hermana aún en el suelo .









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⏰ Última actualización: Jul 07, 2021 ⏰

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el ángel de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora