Vesta
Espero sentada en mi gran despacho negro, hasta que oigo los pasos de dos personas acercarse. Llaman a la puerta.
-Adelante- digo.
Un segundo después Lucas está empujando a un señor, más bien a un adolescente a mi despacho. Que parece que quisiera irse corriendo.
Señalo una de las dos sillas un poco más pequeñas y el chico es obligado a sentarse.
-Bueno, bueno, bueno parece que tú eres mi quebradero de cabeza-
Lo digo de manera tan tranquila y a la vez tan tenebrosa, que casi consigo que se le saltan las lagrimas del miedo. Se supone que debería darme algo de lastima, verlo hay tan asustado e indefenso. Pero os aseguro que ese sentimiento (en realidad la mayoría de ellos) los mate hace tiempo.
-Lo-lo si-si-siento-susurra con voz temblorosa.
-QUE LO SIENTE, QUE LO SIENTES- suelto y empiezo a reír como una desquiciada. Mientras ese chico del cual no quiero ni saber el nombre, se encoje cada vez más en su silla. Como si consiguiendo encogerse lo suficiente podría huir de mí. Pobre iluso.
-Dime como me llaman- espeto de la manera más intimidante posible.
-Angélica- susurra de una manera casi inaudible.
-¿y por qué me llaman así en este asqueroso mundo?- grito más que pregunto.
-Por-porque tiene ca-cara de an-angel y mente d-de diablo - tartamudea, el muy desgraciado.
Exacto. Así que creo que ya sabes lo que viene ahora- le susurro con voz tan inocente que le provoca un escalofrió. Pero eso no es nada en comparación, de cuando saco la pistola de me mi cinturón.
Le apunto a la cabeza, quito el seguro y en el momento que estoy a punto de disparar.
-Puedo salir, sabe que yo no soporto esto -esa es la inconfundible voz de Lucas. Que ya se me había olvidado que estaba en el despacho-
-Pero rápido, que quiero terminar cuanto antes con esto - suelto hostilmente ya cansada de adolescentes inútiles.
Lucas se va de la sala como si en ella estuviera el mismísimo diablo. Aunque sí que lo está, pero disfrazada de ángel.
Después de ese pensamiento vuelvo a apuntar a su cráneo y entre lloriqueos, suplicas sin valor. Le quito la vida con solo un clic de mi dedo.
LUCAS
Se oye el tiro de la pistola que hace que me estremezca. Que desee que nada de eso haya pasado solamente sea un mal sueño.
Las puertas se abren de par en par, dejándome ver a una sádica mafiosa guardando su arma. Además de a un pobre chico, tirado en el suelo con la sangre derramada por toda la alfombra.
Vesta se levanta y empieza a caminar hacia mi dirección. Mientras yo voy retrocediendo tropiezo con la alfombra y me maldigo internamente, porque ya esto en el suelo temblando como un cachorro frente a un león.
-relájate o te voy a hacer nada-suelta con una sonrisa de superioridad.
Me levanto torpemente mientras intento no demostrar mi nerviosismo, cosa que no funciona.
-llama a los chicos que se encarguen de sacar la basura- lo dice de una manera divertida con una sonrisa sádica
Cuando está a punto de irse, se da la vuelta. Dándome una sonrisa que podría ser comprensiva.
-ve a dormir, ha sido un día largo- me dice.
Yo asiento y salgo lo más rápido posible.
Vesta
Lucas suele ser el que me prepara la cena, pero sé que no le gusta lo que acaba de ver.
Además mañana tenemos examen con la vieja Achuntos. Si es un mote bastante divertido. Viene de que se llama Asun y no para de estornudar.
Hasta yo que soy la ''nerd '' la llamo así. En realidad el mote se lo puso pablo, total para lo único que usa las neuronas.
Después de este pensamiento, mi estomago rugiendo me avisa de que tengo que ir a comer.
Llego al comedor justo cuento mi padre se sienta a comer. Me sonrrie y empezamos una larga conversación de lo que a pasado en lo que no nos hemos visto.
El ha estado de viaje por un negocio que se estaba complicando en el extranjero, yo le cuento que tal me ha ido en el trabajo. Intento evitar el tema del instituto, pero me o acaba sonsacando y tengo que contarle todo lo que a pasado. Empiezo por decirle que no se enfade empiezo a contarle todo.
Al llegar a la parte de la patada de Luca y su patada, toda la tranquilidad se va al traste.
-COMO QUE ESE INFELIZ TE HA DADO UNA PATADA. QUIEN DEMONIOS SE CREE QUE ES- grita como n loco mientras agita las manos sobre su cabeza se forma frenética y se levanta se un salto de la silla, se va hacia la cocina.
Yo no me doy cuenta de lo que yo no me muevo de mi sitio.
-Ba hacia la cocina porque desde ahí se acede en la parte de servicio lerda de los cojones- espeta una voz en mi cabeza, mientras ruedo los ojos
-Otra vez tu mi querida conciencia- pienso para mis adentros- la verdad es que no se te echaba nada de menos-
-No discutamos eso ahora. Que tu padre se está a punto de cargar a Lucas - grita dentro me mi cabeza.
Cuando me doy cuenta ya estoy corriendo hasta la habitación de Lucas cosa que agradezco.
Porque cuando llego hay una escena que sinceramente no se si reír o entrar en pánico
Se trata de mi padre en la puerta del pequeño cuarto de Lucas apuntándole con una pistola.
Pero Lucas esta en calzoncillos y pon una camiseta de hello kity con los ojos como platos y mas blancos que la leche
Antes de que dispara me pongo en medio de los dos. Mi padre automáticamente baja la pistola
-Mi niña quita de ahí que voy a meterle un tito a ese irrespetuoso- suelto con todo el desprecio
-Tu no vas a meter un tiro a nadie - digo de la manera mas calmada que puedo-es un buen chico y me es muy fiel solo tuvo un error el cual ya he perdonado - al decirlo mi padre abre y cierra la boca.
Mira a Lucas que esta de rodillas temblando como un perro bajo la lluvia, mi padre solo asiente mientras se dirige hacia la puerta.
Me acerco a él, le tiendo mi mano la cual coge dudoso y me da las gracias en un susurro casi inaudible. Al principio pienso que es por el miedo que acaba de pasar.
Pero al ver su cara roja me doy cuenta de que es olor la vergüenza, suelto una carcajada mientras salgo por la puerta.
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el ángel de la mafia
ActionÉl: un niño mimado Ella: una mafiosa Él: se cree un chico malo Ella: es una chica mala Él: el popular del instituto, el hijito del alcalde Ella: la nerd del instituto, la mafiosa más buscada del país Pablo y sus amigos se encargan de hacerle la...