[Grace]
En este momento no puedo formular ninguna palabra, solo quiero volver a casa y quitarme toda la pintura del cuerpo y la ropa.
— Dylan, de momento no me hagas ninguna pregunta por favor. Ahora solo quiero llegar a casa antes de que llegue mi madre para que no me vea así.
— Tranquila, vamos, no pienso dejarte sola en ningún momento.
Vamos hacia mi casa en silencio, supongo que tiene muchas preguntas y no quiere incomodarme.
15 minutos después entramos en mi casa y le digo a Dylan que me espere en mi habitación mientras voy a bañarme y cambiarme.
Mientras estoy en la bañera frotando con la esponja todo mi cuerpo maldigo el momento en el que decidí aceptar su invitación.
Cuando salgo de la bañera y miro el agua juraría que parece que hubiese habido una matanza.— Ya estoy lista —miro a Dylan tratando de ocultar cualquier rastro de tristeza
— Grace, siento mucho todo lo que ha pasado esta noche con ese imbécil.
— Hey no digas eso porque nada de lo que ha pasado ha sido culpa tuya.
— Pero yo fui quien te animó a ir con él. —veo como trata de culparse de lo sucedido pero no voy a permitirlo.
— Shhh, te prohíbo decir eso. —le interrumpo para que no siga hablando— Tú me animaste a ir pero fuí yo la que decidió hacerlo.
— Está bien
— Ahora te contaré lo que me dijo el tonto de Aiden— Dylan comienza a mirarme como si fuese a decir que mi familia son asesinos en serie — Dijo que mi familia destrozó a la suya, que todo empezó hace 3 años, cuando Elisa, la madre de Aiden, y mi padre solían trabajar juntos en el mismo bufet de abogados, cada vez tenían una relación más estrecha hasta llegar a algo más que simples reuniones de trabajo.
Dylan me mira sin entender absolutamente nada de lo que le estoy contando, tiene la mirada fija en mí escuchando cada palabra que sale de mi boca y me relaja saber que le tengo.
— Esto empezó como simples "errores" pero pasó a ser algo más que una cosa de un día. Con toda esta aventura la madre de Aiden se sentía culpable por lo que hizo, por lo que decidió ponerle punto final.
Esa misma semana, para su sorpresa, descubrió que estaba embarazada. —Dylan abre la boca sorprendido, parece que le estoy contando una historia ficticia, ni yo me creo todo esto— El padre de Aiden en principio, al enterarse de la infidelidad, enfureció, pero la amaba demasiado como para permitir que ella se fuera sin más.
Intentó hablarlo con ella porque, bueno, nadie es perfecto. Pero no contó con que Elisa se hubiese enamorado de mí padre.—Grace creo que no me gusta nada por donde va el asunto.
—Espera, aún queda más —suspiro, esto para mi también es duro — Tras aquello se ocasionaron dos problemas, el primero fue que la madre de Aiden buscó a mi padre pensando que igual él sentía lo mismo por ella.
Pero no fue así. —hago una pequeña pausa mientras trato de asimilar todo— El segundo problema fue que las preocupaciones, problemas y los cambios bruscos provocaron que perdiera el bebé al mes. —Dylan cubre su boca sorprendido —Tras todo aquello, le pidió el divorcio y la custodia al padre de Aiden. El divorcio se tramitó de manera rápida, sin embargo, en cuanto a la custodia la ganó el padre.
De repente hay un silencio incómodo palpable entre los dos.
— De una manera comprendo lo que Aiden puede estar sufriendo, pero no es ninguna excusa para tratarte de esa manera. ¿Tu nunca supiste nada de este tema?
—Claro que no, en un principio creí que me mentía pero ahora comprendo porqué de momento nos vamos solo mi madre y yo a Luxemburgo.
—Grace, son demasiadas cosas en un día, esto cada vez parece más un libro de wattpad o una telenovela.
— Solo quiero dormir y olvidarme de esta pesadilla.
— Si es lo que quieres, pues durmamos. —me sonríe tratando de calmar el ambiente y lo agradezco.
— Por cierto, nada de contarle nada a mis padres ni a nadie.
—Me ofendes, pues claro que no.
— Pinky promise —decimos los dos a la vez.
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HASTA QUE ME RECUERDES #1
Teen FictionMe presento, soy Grace Harper Mi vida podría describirse como un torbellino de emociones y circunstancias durante mi adolescencia y juventud, desde un viaje hasta un grave delito. Las consecuencias de una mala decisión. Pero no quiero hablar demás...