Capítulo 30 "Último día"[✓]

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— iGrace! — En cuanto abro la puerta me topo con Alice saliendo de la cocina con una bandeja y un bizcocho encima.

— ¡Hola Alice! madre mía, qué bien huele— voy hacia mi habitación para dejar mi maleta y tras dejarlo vuelvo al salón.

Al ver el bizcocho no puedo evitar coger un trozo.

— ¿Y qué tal con Alex? — En ese momento me atraganto con el bizcocho y no puedo contestar.

Dylan se acerca rápidamente detrás mío para darme unos toques en la espalda, Alice aparece por la puerta y se asusta al verme.

— Ay, Grace, ¿estás bien? — dice preocupada

— Si si, ya pasó — digo con la voz entrecortada — el bizcocho está muy bueno.

— Ay, no me digas eso que casi te mato con el bizcocho — dice riendo — pero me alegro mucho que te haya gustado, últimamente he estado practicando repostería. He pensado en poner mi propia tienda.

— Me alegro mucho por ti y si necesitas ayuda con algo no dudes en pedírmelo.

— Bueno y no me has contestado, ¿Qué tal con Alex?

— Bastante bien, ya está completamente recuperado y la próxima semana volverá al trabajo ya se moría de ganas de salir de su despacho.

— Ya me imagino — dice asintiendo con la cabeza — Ay, casi se me olvidan las magdalenas.

Alice sale corriendo hacia la cocina y yo robo otro cacho de bizcocho.

— Grace.... Yo sé de alguien que va a ganar unos kilitos con los bizcochos y las magdalenas de Alice — dice riendo.

— Oye yo no me meto con lo que comes — digo con la boca llena

Alice vuelve de la cocina y nos dice que por suerte no llegaron a quemarse, nos quedamos un par de horas charlando hasta que nos gana el sueño.

[...]

— Grace, te he traído más bizcochos. Estos tienen arándanos y estos son un nuevo tipo de donuts que he querido inventar — dice mientras señala el otro lado de la mesa.

— Todo tiene tan buena pinta... — digo mientras intento llegar al otro bizcocho de la esquina, pero algo me detiene.

Es Dylan diciéndome que aún me quedan por terminar los otros bizcochos de antes.

— Ese ya no lo quiero, quiero probar los de arándanos.

De repente miré hacia mi izquierda y vi toda una mesa larga con todo tipo de bizcochos.

— No, no, no.

De repente noto agua en mi cara haciendo que me levante del susto

— ¡Dylan! Te doy 10 segundos para correr hacia las llaves del coche y huir.

— Buenos días, boba.

— 7...6...5

— Venga Gracie, podemos llegar a un acuerdo... — dice mientras se acerca al marco de la puerta con una sonrisa.

— 3...2...

En cuanto dije 1 echó a correr hacia el salón.

— Corre Dylan ¡corre! — digo mientras me dirijo hacia el salón.

Para cuando llego le veo al otro lado del sofá detrás de Alice.

— Grace... ha sido una bromita. — dice inocente.

— Bueno si ha sido una broma... venga ¿un abrazo? — extiendo los brazos.

— No que luego utilizas toda tu fuerza y termino tirado en el suelo

HASTA QUE ME RECUERDES #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora