HASTA QUE ME RECUERDES #1

Capítulo 12 "Siempre tuyo" [✓]

[James]

— No me jodas, Jess. —digo al teléfono mientras me visto.

— Me he quedado dormida y para cuando he visto la hora... — suspira— James, no te pido nunca nada, solo es un favor.

— No soy un puto chofer, Jessica. — no me lo puedo creer— es tu amiga, no la conozco de nada ¿qué te hace pensar que se subirá al coche de un desconocido?

— Pues... no sé — piensa— que me llame o algo y yo le verifico que eres tú.

— Ya te vale, la próxima vez te las apañas tú solita. — siempre acabo haciendo lo que ella quiere, es lo que tiene ser la pequeña.

— Gracias, te quiero — dice aliviada.

— Ya, seguro.

— James, se amable con ella y no te pases — advierte— es nueva en el lugar y no conoce nada y a casi nadie.

— Encima dudas de mis modales —vacilo— mandame su ubicación.

— Te lo agradezco mucho, te debo una, hermanito.

— Si, si, voy a colgar.

Dicho esto cuelgo y me dirijo a elegir mi atuendo de chofer. Acabo decantandome por unos vaqueros negros rotos y una sudadera de color blanco.

La vibración del móvil me hace saber que me ha mandado la ubicación de su amiga seguido de un mensaje con su nombre, mensajes los cuales dejo en visto.

Cojo las llaves y salgo.

[...]

Llego a la ubicación y toco el claxon esperando a una chica que no había visto nunca y, por ende, no voy a reconocer.

2 minutos después sale de un edificio una chica joven, de la edad de Jess, la que supongo que es Harper. Veo como se acerca al coche cegada por los faros y se vuelve a ir, así que no me queda otra que salir y preguntar.

— ¿Eres Grace? ¿La amiga de Jess?

— Eh.... ¿Si?

— Soy James, Jess llega tarde y me ha dicho que pase a recogerte, había pensado en hacer un cartel en neón pero pensé que sería muy... ¿cómo decirlo? notorio. —rie pero se le nota entre nerviosa e incómoda, lo que es normal.

— No sé.... —dice insegura.

— Puedes mandarle un mensaje a Jess para estar más segura si quieres, entiendo que no confíes en un desconocido.

— Gracias —suspira— si me permites.

Se aleja y unos minutos más tarde vuelve.

— Pensé que te había avisado. —admito.

— No, no lo hizo. —por un momento hay una pausa incómoda— Encantada de conocerte, ¿James?

— Igualmente,¿Harper? —y de pronto recuerdo algo— Bueno, ¿Vamos?

— Si —dice y se acerca al coche esperando a que entre.

En cuanto entramos los dos en el coche ninguno dice ni una palabra, mi mente se encuentra buscando cómo romper este silencio pero está completamente en blanco.

La miro por el retrovisor disimuladamente y veo como castañea los dientes, lo que es normal porque hace un frío de cojones.

— ¿Estás bien? ¿quieres que ponga el aire? —pregunto mirando la carretera.

— Si, por favor. —dice sonriendo y cruzando sus brazos para darse calor, no quería que lo notara pero lo he hecho.

— ¿Qué tipo de música escuchas? —trato de no volver a encerrarnos en un silencio odioso— puedes conectar tu móvil y poner lo que te guste, mientras no me pongas a Mozart, te doy completa libertad.