Capítulo 20 "Víctima 01" [✓]

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— Haremos 3 paradas principales: vestimenta, peluquería y joyería.

— Si esto es una pesadilla, quiero despertarme ahora — dijo pellizcándose el brazo.

En cuanto vi la tienda de Chanel supe que debíamos entrar allí, por lo que agarré del brazo a Dylan llevándolo a la tienda en contra de su voluntad.

— Hola, ¿en que puedo ayudaros? — nada más entrar a la tienda un hombre joven y demasiado bien vestido nos atiende.

— Si, mi amigo necesita algo que diga "aquí estoy yo" — no pude evitar soltar una risa— tiene una cita.

Puede que me esté excediendo pero llevar de compras a Dylan es algo que siempre he querido hacer.

— Creo que tengo lo que buscáis, acompañadme.

Dylan se acerca a mi oído y me susurra

— Grace, esta me la pagas.

— ¿Has visto qué ropa más bonita hay allí? — digo disimuladamente haciendo como que no le he escuchado.

El señor comienza a sacar pantalones y camisas de distintos colores y tipos. La cara de Dylan es un poema y yo comienzo a reírme.

— Que comience el desfile de moda. — si las miradas mataran ahora mismo Dylan estaría eligiendo la ropa para mi funeral.

Nos costó pero nos decantamos por una camisa blanca y unos pantalones negros de traje ajustados.

— ¿No van a querer nada más?

— No, gracias. — digo sonriente.

Nos acercamos al cajero para pagar, cuando Dylan me detiene tocándome el hombro.

— No vayas tan rápido, ya sé que pretendes y no pienso dejarte hacerlo.

— Qué cosas dices, Dylan... no sé de qué hablas.

Cuando llegamos a la caja le di mi tarjeta a la cajera antes de que Dylan pudiera sacar su cartera.

— Venga, no pongas esa cara — digo haciendo un puchero— tómalo como un regalo de cumpleaños adelantado.

— Está bien, como pago te compraré una tarta de chocolate o... — pone una mano en su barbilla pensativo— te hago tortitas con fresa y nata.

— Entonces que sean tortitas con fresa y nata. — digo con una sonrisa de oreja a oreja y caigo en cuenta de que estamos perdiendo tiempo— Dylan hay que irnos, aún nos quedan 2 paradas más.

— ¿Y si vamos a casa y preparo ahora esas tortitas...?

— No, Dylan. Primero los preparativos. — nunca había tenido tanto autocontrol, la Grace que él y yo conocemos ya estaría en el coche sentada insistiendo para que fuese más rápido.

A regañadientes nos dirigimos hacia la peluquería y luego hacia la joyería.

— Tu ganas Dylan, vayamos a casa que yo también estoy agotada. — mis pies me están matando, como entre a una tienda más me desmayo.

Al llegar a casa vamos hacia el salón para dejar que la gravedad nos haga caer sobre el sofá.

Esto si que es vida

— Dylaaaaaan. — digo poniendo mi cabeza boca abajo por el apoyabrazos del sofá mientras lo busco con la mirada sin levantarme.

— ¿Quéééééé? — me imita.

— Te doy 10 euros si me das un masaje en los pies.

— Yo te doy 15 euros si me lo das tú a mi. — Estaba claro que ninguno quería moverse de su sitio.

HASTA QUE ME RECUERDES #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora