Fanfic Kingdom Hearts

Despedidas

" Un final para unos, es solo el comienzo para otros."

Por fin Sora había recuperado aquello tan valioso, ahora ya solo quedaba un asunto pendiente. Se desharía de las sombras que allí habitaban y volvería a casa con Riku, ese era su objetivo. Mientras estaba absorto en sus pensamientos, la sombra intentó atacarle, cosa que no consiguió debido a que Riku intervino, echándole un poco la bronca por lo descuidado que había sido. 

- Creo que va siendo hora de acabar con esto. - Asentían al mismo tiempo, mientras Sora colgaba un llavero a su arma haciendo que esta cambiara su apariencia y se transformara en la forma "prometida", dando paso a que Riku entendiera en cierta forma que Sora había recuperado al menos parte de sus recuerdos. 

El combate comenzó, la sombra de forma bastante agresiva atacaba, sin embargo ellos eran más fuertes, no se dejaban amedrentar por ella, por lo que esta intentó huir fuera del castillo. Al final terminaron en la parte más alta del mismo. Entre persecución y el esfuerzo de derrotar a todo lo que se interponía en su paso, estaban algo cansados, cosa que aprovecharía aquel ser para destruirlos, pero que a diferencia de lo que esperaba, no consiguió. 

Mientras los chicos fueron paralizados por un momento debido al poder de la sombra que afectaba como si de la magia paro se tratara, un disparo desde atrás atravesaba parte del cuerpo del ser, haciendo que el efecto desapareciera, y volvieran a moverse de forma libre. 

- ¡ Qué tal si cambiamos las tornas! - Decía Sinon desde atrás sonriendo alegre y emocionada. 

- ¡Sí!- Gritaban Riku y Sora al unísono, aventurándose contra la sombra a la par que la chica les daba cobertura a balazos. Tras unos minutos aún no la habían derrotado y cada vez estaban más cansados, por lo que estaban al borde de la derrota si no hacían algo. 

- Chicos, ya no me queda mucho tiempo desgraciadamente, así que... -

- No, no dejaré que tú también... - Sinon rió, para todo lo cortito que a veces era Sora, esta vez era el primero en reaccionar. 

- No estés triste, puede que sea mi fin, o quizás no debería expresarlo así, sin embargo, el final no es más que el comienzo. Deberías saberlo mejor que nadie Sora. - El mencionado agachaba la cabeza. - Además, mi tiempo hace mucho que pasó, así que en cierto modo me alegro de que mi segunda oportunidad sirviera de algo... - La chica sonreía de forma cálida y tranquila. Sabía el desenlace que se avecinaba, y no temblaría de miedo o se entristecería por irse ya que realmente su vida había llegado hacía mucho a su fin. 

- ¿ Tú...- Riku quería pedirle explicaciones también, pero pensó que sería mejor terminar aquello antes, y esperar a que tuvieran el suficiente tiempo para algunas preguntas, aunque algo le decía que quizás no sería posible. - Confío en ti, vamos Sora. - Y de esta forma lo arrastró incluso aunque se negara un poco. 

- Tan perspicaz como siempre... - Decía, para cambiar su fusil por un báculo, cuya parte superior era dorada y su bastón azul a conjunto con su vestimenta. Dijo unas palabras que nadie escuchó, pero que tampoco entenderían, y golpeó el suelo, formando un círculo mágico a sus pies que envió energía a los chicos además de despejar algunas nubes del cielo permitiendo que entrara la luz del sol. 

Los chicos más fuertes ahora, se enfrentaron de nuevo a la sombra, y tras un tiempo terminaron con ella, haciendo que aquello que había tragado volviera a surgir, de esta forma las esferas que estaban en su cuerpo volvieron a aparecer. De inmediato estas se colocaron alrededor de Sinon, mientras las nubes y oscuridad terminaban de desaparecer.

Sora y Riku imitaron a las esferas de luz, acercándose al igual que estas donde la chica estaba. Ella estaba débil, por lo que el báculo desapareció, y ella colapsó cayendo al suelo de rodillas, pero no llegó a desmayarse. 

- ¡Sinon!- Sora se preocupaba, incluso sabiendo lo que venía aun así no quería que sucediera. 

- Tranquilo, ya te lo he dicho, este es el fin, pero no me arrepiento de haberte conocido, Sora. Todo este tiempo que hemos pasado juntos, ya fuera en esta forma o en otras, ha sido divertido, ¿sabes?. - Sonreía mientras tocaba la mejilla del joven. - Ojalá nos hubiéramos conocido en otras circunstancias. En fin, va siendo hora de que os marchéis, este lugar ya ha cumplido su función y pronto comenzará a colapsar. -

- Antes di la verdad, se lo debes a quien has hecho sufrir. - Riku estaba serio, parecía algo enfadado ya que al parecer sabía algo más de lo que daba a entender. 

- Ya veo, te subestimé. Pensé que tenías un buen sexto sentido, pero me quedaba corta. Lo cierto, Sora, es que tal y como Riku sospecha, este lugar no es real. Ni siquiera su gente lo era. Leo, la reina, Arelis, incluso yo somos parte de un mismo ente. No tenemos mucho tiempo para hablar, pero os la puedo mostrar... - De esta forma, las esferas comenzaron a brillar mientras una la voz de la chica resonaba en sus cabezas. 

" Al principio muchos seres se vieron envueltos en guerras y batallas absurdas. Estos cayeron y fueron a parar uno tras otro al mundo de "El fin". Al perder sus corazone, deberíamos haber terminado en Kingdom Hearts, sin embargo no lo hicimos, ya que todos tenemos algo en común, no pertenecemos a este tiempo o lugar, por lo que de alguna forma conservamos nuestra esencia, haciéndose esta más fuerte con el paso del tiempo, lo suficiente como para mantener una forma visible y estable. 

Con el tiempo, otro ser distinto a nosotros apareció. Ese eras tú Sora, llegaste al igual que nosotros desde el lugar que se suponía nadie saldría, pero lo conseguiste. Así que decidimos acogerte en un lugar a salvo, pero algo no fue bien, al empezar a crear esta dimensión, tu cuerpo se dividió, y tus recuerdos casi escapan, es por ello que necesitábamos un receptáculo para conservarlos mientras encontrábamos la manera de devolverlos a su lugar. 

Al poco tiempo la oscuridad se cernió sobre el lugar, dando paso a que mi consciencia se dividiera, y a que una de las partes quisiera atraparte en este lugar para siempre, pero que por suerte la parte que deseaba ayudarte pudo conservar su forma de pensar. 

A la larga, esa oscuridad se hizo más fuerte, y comenzó a absorber las esencias, por lo que el lugar comenzaría a colapsar si no lo retenía de alguna forma, pero el costo fue bastante grande, por ello me conocisteis en la forma de una niña, y por ello poco después desaparecieron Arelis y Leo. Ellos estaban allí para vigilarte y protegerte de todo mal, es por ello que cuando ya no pude evitarlo, volvieron a mi. Tras eso ya no hay mucho que contar. " 

Para cuando terminó, el lugar ya se estaba desmoronando a un ritmo bastante rápido, y no tardaría en terminar, por lo que con ayuda de un simple movimiento de su brazo, teletransportó a todos al huerto donde todo empezó.

- Lo siento chicos... - decía mientras jadeaba. - en mi estado actual es lo más cerca que os puedo dejar. Sora, estoy segura que sabrás que hacer a partir de ahora. -