El irlandés

Enfrentamiento

La historia me pertenece, los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.

Personajes con OoC.

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§ Enfrentamiento §

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El silencio se había instalado en la terraza hasta que Sasuke reaccionó.

—No sé de que hablas...

Yo me reí. Diablos, ¿de verdad? ¿De verdad jugaría ese juego?

Él sólo hecho que no quisiera admitirlo me hizo enfurecer.

—Sabes de lo que hablo. Trae a tu perra así ella tal vez, te hace recuperar la memoria.

Yo no era de insultar a mujeres, mí madre me habia educado mejor que eso. Pero la impotencia no era mí amiga.

Él también parecía bastante enojado, pero Hinata llamó mí atención. La pobre muchacha parecía pérdida, y melancólica.

Tan sola.

Ella merecía algo mejor que esa escoria.

—Muñeca—, la llamé. Cuando sus hermosos ojos se clavaron en los míos, extendí mí mano a ella—. Ven conmigo, amor. Este imbécil no merece ni estar cerca tuyo.

Creí que lo haría, pero ella dudo y supe que no lo haría.

Mierda, si dolió.

Pero también la entendía. Yo era un maldito desconocido que la había besado y tocado el coño para que se vengará de su marido infiel. Me dió esa confianza, pero no me creía como para acercarse a mí...

Es... Extraño ¿O soy sólo yo?

Bueno, en realidad, no importa porque así estaba la cosa.

Pero ver cómo Sasuke la tomaba del brazo hizo que mis cables se cruzarán.

—No sé quién eres. Ahora vete de aquí y no te acerques más a mí esposa.

Mis malditos dientes crujieron. ¿Cómo podía ensuciar la pureza de la piel de Hinata con su mugrosa mano?

Hinata se separó de él de un tirón.

—No me interesa como conociste al señor Naruto, pero yo no soy tu esposa. Sasuke me divorciaré de ti.

Eso fue música para mis oídos y la señal perfecta de que ella no se enojaría conmigo si actuaba.

—Hinata...

Sasuke quiso acercarse pero yo me interpuse y lo golpeé, mostrándole como era un buen puño colocado. Mis dedos se quejaron al sentir la huesuda cara de Sasuke, pero mierda que se sintió bien.

—¡No la toques!

No dejaría que ensuciará a Hinata con sus delitos y artimañas.

Sasuke había quedado tirado en el suelo mientras tosía, tal vez le había hecho sangrar la encía o el labio. Era el momento perfecto en que explicar en que me habían jugado mal ese par.

—Mi plan era simple. Vendría a tu boda y le diría a todos la clase de mierda que eras tu y tu mujer—. Escuché el jadeó de Hinata, pero no la miré—. ¡Que grande fue mí sorpresa al ver a tu verdadera esposa!

En ese momento me giré, sólo para ver a Hinata y que entendiera esta parte. Ella parecía enferma.

—Una hermosa e inocente mujer que no sabe cuál es tu verdadera cara ¿Eh, Sasuke?— Por mí visión periférica, supe que él estaba intentado levantarse—. ¿Sabe de tus robos en la empresa?

—¡Cállate! Eres un mentiroso buscando la forma de sacar provecho...

—¿En serio?

Diablos, este hombre me daba risa. ¿Cómo podía decir tantas estupideces en unas cuantas palabras? Debía ser un don o algo así...

Estuve a punto de destapar toda la mierda cuando la puerta se abrió otra vez.

—Sasuke ¿Que paso?

Itachi y Sakura entraron por allí.

Mí mirada se quedó clavada en la peli rosa, mis ojos transmitiendo que tiraría toda su maldita mierda en el ventilador y le daría de lleno en cara.

Sakura quedó petrificada.

—¡Al fin! Estamos todos...

Era hora de encender el micrófono y hacerlos admitir toda la jugarreta que habían hecho.

Continuará...