Capítulo 6

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Era ya la noche. Las fuertes brisas frías, paseaban a gran velocidad por las grandes calles de Seúl. Esas brisas hacían que la larga cabellera de la joven peli castaña, se movieran como locos. A Rosé le encantaba la brisa, era como un aire acondicionado natural para ella.

Rosé caminó sin preocupaciones hacia su casa. Al llegar se dió cuenta de que las luces estaban apagadas, por lo que pensó que su madre y Tiara ya se habían ido a dormir. Estaba muy equivocaba.

Cuando entró a la casa, como todo estaba apagado, le era incapaz de ver, por lo que gracias a ello, no se dio cuenta de la presencia de alguien más en el lugar. Estaba su madre con una cara muy enojada, lista para cometer actos muy cuestionables hacia Rosé.

La mujer al notar la presencia de a Rosé en el lugar, rápidamente prendió las luces de la Sala, haciendo que Rosé quede algo atontada por el cambio de iluminación. En eso la mujer se acerca hasta Rosé y la toma de su cabellera con mucha fuerza y la hace caer forzosamente al suelo, haciendo que Rosé se lastime una de sus piernas y un brazo.

-¿¡Donde mierda estabas!? - Grita su madre, asustando a Rosé. Había olvidado el hecho de que su madre siempre la regañaba por llegar tarde para darle su dinero diario para comprar más licor.

-Es... Estaba en la casa de un amigo haciendo un trabajo para la escuela. -Respondió la joven asustada y a la vez muy nerviosa. No quería que su madre se enojada más y la golpeara en el proceso.

-¡No me mientas, niña insolente! ¡Estuviste dedicandote a perder el tiempo!- Gritó la mujer acercándose a Rosé y agarrandola del cabello fuertemente hacia arriba.

-¡J... Juro que fui a trabajar! - Fue los único que pudo decir Rosé, antes de que su "madre" ignorando sus palabras, jala su cabello haciendo que esta se levante del suelo, para posteriormente empezar a darle una serie de golpes en su cuerpo.

La golpeó en su rostro, generando un gran hematoma en su ojo derecho y en su mejilla. Luego, la golpeo en su estómago unas cuantas veces, haciendo que Rosé se retuerza de dolor cayendo al suelo. Rosé estando en el suelo, la mujer aprovechó para empezar a golpearla con las piernas. Después de estar golpeándola por un rato, la mujer se cansó, decidió dejar de golpear a la pobre Rosé, para solamente ir por la maleta de Rosé y buscar su billetera, para posteriormente agarrar todo el dinero que había en esta. La mujer se retiró y Rosé suspiró con dificultad.

Su madre la había golpeado más que las otras veces. Su cuerpo no había estado preparado para soportar esa cantidad de golpes, por lo que lo único que podía hacer era permanecer en el suelo agonizando por el dolor.

(...)

Pasaron unos minutos y Rose al fin tuvo la fuerza para levantarse. Su cuerpo seguía adolorido, pero el dolor ya no era tan fuerte como antes. Ya estando nuevamente de pié, se dirigió a tomar su maleta, chequeando que efectivamente, su madre le había quitado todo el dinero que había ahorrado con su trabajo.

"Que mala suerte, debí ocultar el dinero. " Pensó la peli castaña rascandosela la nuca.

Viendo que su dinero ya no estaba, soltó un suspiro de frustración, para posteriormente, con sus cosas en mano, se dirigió a su habitación.

Como era de costumbre, su habitación se encontraba sucia, llena de paquetes de comidas chatarra y de botellas de plástico. Sabía que Tara o su madre le habían dejado el cuarto así. Sin tener la intención de dormir entre basura, limpió toda su habitación, se demoró unos 45 minutos haciéndolo. Después de aquello, al fin se tiró a su cama y se remolcó en ella, haciendo que las sabanas de la cama se deshicieran rápidamente.

"¿Porque tengo que tener una vida así? ¿Porque no puedo tener una vida como la de los demás? ¡¿Porque tengo que sufrir?!" Se preguntó Rosé, mientras sus mejillas empezaban a empaparse de lágrimas calientes. No podía soportar pasar un día más en esa casa, teniendo que sufrir esos contantes abusos de su madre, los insultos y "favores" que le obligaba a ser su hermanastra Tara. Su vida era un desastre y ella lo sabía.

Love Alarm/RosekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora