SOL Y LUNA AG #2 [Aidan Gallagher&Tu]

C A P Í T U L O 42

N A R R A   A I D A N

Estaba allí pensando en todo lo dicho antes por (T/n), sabía que ya no era esa niña que conocí hace tantos años, era una mujer. Pero no podía evitar echarme la culpa de ella, si ese accidente nunca hubiera pasado, ¡Maldición si yo no hubiera sido tan tonto!, no me costaba nada quedarme con ella en casa.

Suspire ya no se puede cambiar el pasado tengo que afrontar la realidad.

Volví a entrar, en vez de ver a (T/n) en la cama vi a Gastby que se ponía muy cómodo por cierto. Camine un poco preocupado, ¿Si se había ido?

Mis sospechas fueron descartadas al verla allí apoyada en la puerta del baño con sus ojos un poco enrojecidos , había llorado.

Ambos cruzamos miradas y pude notar algo, ella llevaba una polera blanca de tirantes, vi una pequeña mancha sobresalir de su pecho como un punto, un lunar es de seguro. Ya me había preocupado.

Me acerqué a ella despacio para quedar frente a frente; como no amarla con locura, ella era mi todo y sin ella no era nada. Acaricie sus mejilla con cuidado mientras la observaba de pies a cabeza. Sus rostro, esos ojos que brillaban con ilusión cada vez que ambos nos veíamos, sus labios que ahora estaban algo húmedos y enrojecidos, Dios me daban ganas de besarla.

Fui bajando mi mirada y pude ver su brazo. Tenía un tatuaje en el, me llamo la atención lo que decía:

"¿Quién dice que después de la tormenta viene el sol cuando puede haber un rayo?"

Vaya...

Nunca lo había pensado.

Ella agachó su mirada, estaba avergonzada.

Tome su barbilla e hice que ambos cruzáramos miradas, ella estaba arrepentida de todo. Y yo sólo me echaba la culpa. Bese su mejilla mientras mis manos pasaban por su cintura apegándome a ella, estaba molesto, celoso, enojado... todos los sentimientos malos estaban mezclados. No podía lidiar con algo así de manera coherente.

—Aidan...—antes de que hablará más bese sus labios, no quería oírla simplemente no se que quería. Estaba improvisando.

—No digas nada—le pedí, ella me miró confundida-mierda como hiciste eso, ¿En que estabas pensando?—le recrimine— Ahora mismo lo único que quiero es sacarte de este lugar e irnos a California lo más rápido posible.

—Aidan no...

—(T/n) Por favor- uní mi frente con la suya— no quiero que te pase nada, estoy molesto contigo, lo que hiciste es... fatal. No entiendo como caíste tan bajo...

—Yo...-trató de hablar pero yo le di un beso en sus labios para que no hablara.

— Y aun no puedo creer que enserio creyeras que eso me alejaría de ti—acaricie sus mejillas con dulzura, como pensó que me alejaría de ella, y no estaría sola cargando esa culpa— Te amo princesa, gracias por decirme la verdad.

—Te amo— susurró apenas en un murmulló apenas audible.

—Yo también princesa, yo también.

Tome su mentón y la bese para que se calmara, algo que afortunadamente funciono, ese efecto solo unas cuantas personas lo pueden lograr, ella correspondió mi beso mientras empezaba a hacerme retroceder hacia la habitación.

Ambos caímos a la cama.

Mis nervios salieron a la luz en ese momento.