Narra Caroline
— ¡Fiesta de piscina, en mi casa! — El grito de Maddison se escuchó por toda la casa.
En serio esas chicas no se cansaban de las fiestas y el alcohol, ¿acaso no veían que las fiestas solo provocaba caos y desorden?
Yo era un claro ejemplo de ello, pero ellas no lo notaban porque no estaban en mis zapatos.
Tenía tan sólo diecisiete años y estaba cagada de miedo, a penas y puedo cargar con mi vida, ahora tenía que cargar con dos.
Pero que Caroline se vaya a la verga, al final fui yo la estúpida que mintió solo para estar con un chico que no me pela ni un tomate.
Luego escuché algunos murmullos de la conversación entre ella y mi hermana que por supuesto no me interesaba escuchar.
Tomé mi teléfono para seguir leyendo sobre aquel tema que antes resultaba tan lejano para mí. Por inercia llevé mi mano a mi estómago donde seguro yacía una pequeña semilla de amor.
Aunque ese amor sólo lo sintiera yo, a veces me siento como una idiota y pensar que pude haber evitado todo este bochorno si hubiera detenido mi estúpido deseo por William.
Flashback
— Han pasado dos minutos. — William veía el reloj en su muñeca cada cinco segundos, era claro que yo no era una buena compañía.
Su presencia tan cerca de mí me ponía nerviosa a otro nivel, así que tomé mi cabello entre mis dedos dándole vueltas para intentar disimular mi inquietud.
— Lindo cabello. — Las palabras de aquel chico que causaba tantas sensaciones dentro de mi cuerpo me hicieron levantar la cabeza y observarle.
Se veía tan hermoso, su cabello dorado estaba despeinado y lo hacía lucir despreocupado, sus hermosos ojos miel tenían un atisbo de diversión, su nariz respingona estaba ligeramente fruncida y sus labios rojos estaban levemente estirados hacia la izquierda formado una sonrisa, parecía un hermoso Ángel del cielo.
— Caroline. — Una mano agitándose aceleradamente frente a mi rostro me sacaron de mi trance analítico - descriptivo.
— ¿Qué sucede? — Le pregunté inclinando mi rostro hacia abajo para que no notara mis mejillas que han de estar coloradas de la vergüenza.
—Ya pasaron tres minutos. — Notaba su mirada sobre mí pero no me atrevía a encararle, aún así debía aprovechar este momento a solas con él y el alcohol que recorría mi sistema. — Si quieres podemos salir an...
—Me gustas. — Me atreví a interrumpirle. Cuando las palabras abandonaron mis labios le di la espalda, no quería verle a la cara cuando me rechazara olímpicamente.
Luego de unos segundos sentí un suave contacto de una de sus manos en mi hombro, los nervios hicieron mella en mí provocando que todo mi cuerpo temblara, pero su tacto de alguna manera detuvo el terremoto de sensaciones.
— Perdona, es que... el efecto hizo alcohol en mí. — Por Dios, ¿qué estoy diciendo? Tomé valor para encararlo y esta vez ordené mis palabras. - Tú no me gustas así... ya sabes... como Camila quiere a Shawn... eres guapo y estás... buenísimo... pero como amigos... ya... sa...
— Shhh... - Uno de sus dedos se posicionó sobre mis labios deteniendo mi diarrea de palabras sin sentido. — Tú también me gustas Caro.
¡¿Qué?! Esperen ¡¿Quéeee?! ¡¿Le gusto?! ¿Y qué tal si solo lo dijo por compromiso? ¿Qué hago joder?
- Oh, eso es bueno... pero no quiero que digas cosas.. ya sabes... cosas que no sientes y... - Le disparé toda mi diarrea verbal nuevamente y solo encontró una manera de callar mi hocico, con un beso.
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Disforia
Novela Juvenil¿Quedar embarazada jugando tan sólo 7 minutos en el cielo? Tienes que tener una suerte de mierda o ser la maldita diosa de la fertilización. #1 embarazoadolescente |06/08/2023 #1 celos |20/10/2024