7. Sólo fue una estúpida confusión.

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Narra Caitlyn

—¿Estás segura de que tu padre no llegará? - Giré los ojos y miré al chico alto frente a mí.

—Que estoy segura, Patrick. - Me crucé de brazos y me senté sobre mi cama. - Si no quieres hacerlo, solo dímelo. Seguro ya no me deseas...

Esperaba que mis palabras provocaran algo en él para que olvidara a mi padre.

—No es eso nena, solo no quiero que nos interrumpan. - Se acercó hasta mi cama y se puso en cuclillas frente a mí. —Sabes que te deseo mucho.

—Entonces, demuéstralo. - Lo miré con picardía.

Él se puso de pie quedando notablemente más alto que yo y me empujó suavemente, provocando que mi espalda cayera sobre el colchón.

Se colocó encima de mí y empezó a besarme con lentitud, mientras sus manos se deslizaban por mis pechos.

El deseo empezó a crecer poco a poco en mí a medida que me desvestía, una vez estuve totalmente desnuda frente a él, su boca fue hasta mis pechos con calma, su lengua cálida chupaba mi pezón con suavidad y luego recorrió mi abdomen con sus besos y se detuvo justo en mi monte de Venus.

Sus besos descendieron hasta mis labios mayores, el contacto me llevó a otro mundo, donde solo estaban sus caricias y yo. Disfrutaba de la manera en la que me chupaba toda, pero quería más...

Patrick metió su lengua en mi interior, haciéndome gemir de placer.

—Mmmm.... sí. - Mis dedos inconscientes buscaban enredarse en un cabello rizado pero en su lugar encontré uno lacio.

Debía dejar de pensar en él.

La lengua de Patrick seguía moviéndose en mi interior con agilidad, pero aún para mí no era suficiente.

—Más... - Jadeé con necesidad.

Como si fuera posible, Patrick empezó a ir más lento que antes, como si quisiera torturarme, estaba a punto de quejarme cuando metió uno de sus dedos y no pude evitar gemir.

—Oh... Pete... - Saboreé mis palabras y cubrí mi boca con mi mano, aún pensaba en él y estaba mal.

Patrick al parecer no le tomó importancia a mis palabras y continuaba penetrándome con sus dedos, era una suerte que los dos se apodaran "Pete".

Patrick abandonó mi interior para acomodarse encima mío.

Sus labios atacaron los míos y yo empezaba a desnudarlo desesperada, quería dejar de pensar en todo, quería dejar de pensar en él.

Patrick buscó en uno de mis cajones un preservativo, al encontrarlo, se lo colocó y posicionó su miembro en mi entrada.

Sus ojos se encontraron con los míos y me sonrió.

—Te amo nena. - Sus palabras no hicieron más que dolerme, me dolía mentirle así, pero le sonreí.

—Yo también. - Mis palabras estaban vacías, yo no amaba a Patrick.

Me penetró con lentitud y suspiré. Los labios de Patrick buscaban los míos mientras me penetraba, yo le devolví el beso.

Mi cuerpo se sentía incompleto, ¿qué me faltaba?

No quiero hacerte el amor, quiero follarte, recordé las palabras de Harry.

Y entonces comprendí que no quería hacer el amor, quería follar, lo necesitaba.

—Patrick... - El castaño posó su vista en mí. - Quiero... ir arriba.

Mis palabras parecieron sorprenderle un poco, pero luego reaccionó.

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