4. Secreto

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Copter

Había estado contando los minutos restantes para esto. Era ahora o nunca. Estaba listo, sonará ridículo pero había preparado hasta más de un discurso para cualquiera de las posibles salidas a este "pequeño conflicto".

Había perdido tiempo en le set cambiándome de ropa más de una vez. No quería verme tan formal pero tampoco quería parecer un esperpento, algo casual pero atractivo. Juro que me tomó casi hora y media decidirme por el atuendo perfecto pero aún así no me sentía completamente conforme, no me sentía seguro de lo que llevaba puesto.  Era la primera vez que hacía algo así o mejor dicho era la primera vez que me sentía así, tan torpe, tan ilusionado. Llamé a su puerta como ya tantas veces lo había hecho, pero esta vez el sentimiento que me acompañaba era distinto ... ¿era emoción, miedo ó nerviosismo puro? No me dio tiempo de debatirlo porque la puerta frente a mi lentamente se abrió.

Sus ojos cansados me saludaron, tenía ojeras muy pronunciadas, se veía demacrado. ¿A caso pasaste mala noche otra vez? ¿Es mi culpa el que estés así? Aparté la vista porque  me quedé en blanco, todo lo que bobamente había estado repasando desapareció, tenerlo ahí, frente a frente y así. ¡Vamos Cop! Tú eres quien está viniendo a buscarlo, tienes que decir algo, sólo abre la boca y di lo que sea ...

—    ¡Hola!   —  Vi como una sonrisa se quiso escapar de sus labios y me sentí ridículo por no poder articular ni una palabra más. 

—    ¡Hola!     —   me dijo de igual forma regalándome un poco de alivio.

¿Y ahora qué? Ayúdame por favor que no puedo solo, no soy bueno en esto.

—   ¿Puedo pasar?    —   No me dijo nada. Quizás hice mal en venir, quizás quería hablar conmigo ayer y hoy ... hoy  ya había caído en cuenta de la tontería que había hecho y se arrepentía y mi presencia sólo lo estaba incomodando. Soy un tonto, pero dentro de las posibilidades sabía que esto también era una opción y debo admitir que no se sentía nada bien.

—   ¿P'Kim?   —   decidí insistir solo porque no me resignaba a que fuera así.

—    Por favor ...  — me dijo moviéndose de la puerta para que al fin pudiera entrar.

Me quedé congelado en medio de la sala aguardando por él. Había estado esperándolo tanto tiempo ya que un par de segundos más no hacían daño. Cuando sus ojos volvieron a encontrarse con los míos deje salir una enorme sonrisa. Lo hacía cada vez que lo veía, no podía evitarlo. Kimmon, te odio por este ridículo efecto que causas en mi.

—   ¿Cómo ...

—   Yo ....

Nos atropellamos sin despegar miradas uno del otro. Las risas no tardaron en salir y sentí como esa tensión que había estado creciendo entre nosotros de a pocos se esfumó.

—     Tú primero.     —   me dijo. ¿Por qué? ¿por qué me dejas la parte difícil a mi?

—    ¿Cómo te sientes? Ayer estaba ... estábamos realmente preocupados.   —   ¡Genial! Anda delátate, ahora solo hace falta que le digas que no dejaste de preguntar por él, vamos díselo.

—     Estoy bien. Me dieron unas pastillas que debí tomar casi a las seis, pero me desperté pasada las diez así que invertí los horarios y debería tomar otra casi como ... como a las seis y media por ahí.   

—   Mhhhh. — asentí con la cabeza aún sonriente, ya me esperaba ese tipo de respuesta porque esto es tan típico en él. Jamás lo había visto siguiendo uno de esos horarios.   —   ¿Debería quedarme para que lo tomes a la hora?   —   Di sí por favor, di si o me sentiré el bobo más grande del mundo por  estar invitándome sólo donde no me llaman.

➸ Would you be mine?  ⁃ KimCop ⁃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora