➸ Would you be mine? ⁃ KimCop ⁃

7. Amantes

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[ Contenido erótico explícito ]

Copter

- Me gustas tú.

No pude evitar el sonreír. No pude evitar mostrarle la inmensa alegría que sentía. ¡Dios! Esas palabras, había esperado tanto para por fin oírlo decir esas palabras. Esto no era un sueño más, era la realidad, mi realidad. Esto estaba pasando ahora, estaba entre sus brazos. Yo le gustaba.

- Te necesito para respirar, te necesito para sonreír. Ter, ya no puedo continuar sin ti. Yo ...

Lo tomé por el cuello y junté nuestros labios porque la distancia entre ambos ya era un maldito pecado. "Yo también" quise decirle, "Me muero por ti" quise gritarle, pero el deseo y las ansias de tenerlo me ganaron. Lo besé con amor, lo besé con tanta ternura, lo besé queriendo hacerle saber que mi vida era completamemte suya.

Sus manos se deslizaron por mi espalda poniendo en alerta máxima todos mis sentidos, sus dedos hábiles impartieron caricias con tanto cariño dejándome con ganas de más, más de ese contacto. Quería más de él.

Me aferré con fuerza a su cuello para pegar por completo nuestros cuerpos porque la necesidad que en mi generaba me abrumaba demasiado, me desesperaba. Sus labios con frenesí me robaron hasta el último aliento y su mano enredada en mi cabello ahogó en nuestros besos todos mis fuertes jadeos. Su lengua se apoderó de mi boca y la bendita sensación de ahogo, que lejos de asustarme me innundó de placer, apareció asustándome por la cantidad de deseo que en mi provocó.

Me derretía en sus manos. Tenía poder total sobre mi. Yo confiaba ciegamemte en él. Sabía que jamás me haría daño, el lugar más seguro era entre sus brazos.

Me recargó en un pequeño mueble cerca de la puerta y la falta de aire me hizo retroceder. Dejó un camino de besos desde mi nariz hasta mi oreja y entonces su voz, su aliento caliente irrumpió hasta lo más profundo de mi ser ...

- Me encantas ... - Y subcionó muy ansioso el lóbulo de mi oreja haciéndo que me estremezca por completo. - Te quiero mío, sólo mío. Mi amor por favor ¿me dejas?

Y nuestros ojos se encontraron. Y vi que hablaba muy enserio. ¿Me creerías si te dijera que habíamos hecho esto cientos de veces en mis sueños?

Me tomó por la cadera hundiendo sus dedos con firmeza, dolió mucho el agarre pero ¿quién era yo para decirle que se detenga? Dió un pequeño mordisco en mi mentón para luego, sin más, atacar mi cuello con puro descontrol. Subcionaba mi piel con tanta fuerza que la idea de una marca suya me hizo perder por completo la cabeza.

- Mi amor ... - lo oí con dificultad, como si estuviera lejos. Y es que yo estaba sumido en el placer por su tacto y esos glorioso besos.

- Ter ... - suspiró sobre mis labios haciendo que volviera a él.

Lo miré. Me perdí en sus oscuros ojos que pedían a gritos mi atención.

- Dímelo otra vez. - dije finalmente sintiendo la temperatura de mi cuerpo elevarse en tiempo record. - Dilo una vez más ... Llámame otra vez ...

Su sonrisa tan perfecta de nuevo me hechizó. Yo lo quería con locura, quería que él y sólo me hiciera delirar de amor, placer.

- Mi amor. - dijo exhalando fuerte contra mis labios para luego jalar uno de estos entre sus dientes.

- Mhhhh ... - Gemí fuerte, gemí desesperado, gemí necesitándolo.

No perdió el tiempo más y de un impulso me sentó en ese pequeño mueble que hasta hace unos instantes me servía de reespaldar. Separó mis piernas para colarse entre estas y con sus grandes manos masajeó mis muslos haciéndome perder todas las fuerzas. Me agarré de sus hombros, me aferré a ellos porque emepecé a desorientarme, comencé a marearme y sentía que no había remedio para estabilizarme. Sus labios volvieron a mi cuello para besarlo, para lamerlo y volví a darle total acceso porque me encantaba de sobremanera que hiciera eso, mis manos se hundieron en sus cabellos y él sólo golpeó contra mi pelvis restregándome su erección ya despierta, haciendo que notara su dureza.