9. Melancolía

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Volví. No me odien. Abajo las leo c;

Copter

Ella  sonríe.

Sonríe mostrando sus perfectos dientes, sonríe ampliamente haciendo una mueca desde mi punto de vista exagerada, pero a él no parece importarle. Kimmon le presta atención, no la pierde de vista ni un segundo y la mira con tanto cariño que mi corazón se estruja un poquito.

Es como si el tiempo no hubiera pasado, es como si nada hubiera cambiado, es como si el mundo entero se hubiera detenido para que se diera este momento, es como si yo no existiera, es como antes, estaba fuera.

Solía verlos así todo el tiempo y esta corriente que viajaba por todo mi ser , paralizándome, también me acompañaba cargada de culpa y tristeza.

Recogió su larga cabellera tras la oreja jugando con el pendiente de flores que lucía muy contenta, dejando así al descubierto la blanca piel de todo su cuello. Es hermosa. Siempre lo fue, pero siento que ahora lo es aún más. Él la mira fascinado, como si cada palabra que saliera de su boca fuera el relato más increíble que alguien jamás pudiera escuchar.

Ella tiene toda su atención y lo sabe.

Se acerca aún más y posa una de sus manos sobre su hombro. Él la deja, la deja tocarlo, la deja acercarse. Le susurra algo al oído, algo que le borra la sonrisa y logra ruborizarlo, algo que hace a sus miradas encontrarse, algo que hace que compartan largos segundos, eternos segundos de conexión.

Se supone que su mirada enamorada ahora me pertenece, se supone que sus sonrojos deben ser mi privilegio, se supone que me quiere. Se supone.

Entonces me di cuenta de todo. Sus ojos brillaban de manera singular, temblaban pero aún así no huía, no lo hacía porque ella quería que ese momento sea eterno, lo sé. Yo lo sé muy bien porque puedo reconocer la intensidad de su mirar en alguien más, puedo reconocerla en mí. Yo lo miro así, yo lo atesoro así porque él es para mí lo mejor en el mundo que puede existir y al parecer para ella también. Para ella aún lo es.

Miedo.

Sentí miedo, me sentí vulnerable, indefenso. Ella fue parte importante en su vida, ella es y siempre será alguien especial para él. No puedo con ella, no pude antes y no creo poder ahora.

 [ A n t e s ]

Sus ojos son mi lugar favorito en el mundo entero, juro que podría vivir perdido en ellos, en esa oscuridad tan envolvente y encantadora que me embriaga, que enamora.

Él posee las miradas mas tiernas que jamás pudieran existir. Quiero ser su centro de atención, quiero sus ojos clavados en mi las veinticuatro horas del día, quiero que me mire sólo a mi, quiero ser lo mas preciado en su vida.

Cuando estamos juntos todo es perfecto. El se está encargando de quitarme dudas y miedos, es el responsable de mis mas sinceras sonrisas, el causante de mi buen semblante, el dueño de todos mis pensamientos. Quizás es muy rápido, quizás ya es demasiado tarde para arrepentimientos, pero no me cabe la menor duda si tengo que decir cuanto lo quiero.

Lo quiero.
Lo quiero demasiado.
Lo quiero tanto que quema mi pecho.
Lo quiero a niveles inimaginables que estoy dispuesto a entregarle todo sólo por una caricia, sólo por un suspiro, sólo por una mirada, sólo por un beso.

— ¿Nong? — Nong. Su voz tan dulce llamándome logró sacarme de mis pensamientos.

— Mhhh ...

— ¿Estás bien? — Si estás conmigo, siempre.

— Si, pero aún no me dices a donde vamos ... — volteé ansiando ver su rostro, volteé para encontrarme con esos hermosos ojos.

➸ Would you be mine?  ⁃ KimCop ⁃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora