Justin Bieber's POV.
-Listo, esta con nosotros, mueve tu lindo culo hacia la camioneta y vámonos.-Escuche a Ryan hablar, me diriji a la salida, la camioneta estaba a cierta distancia del estadio, camine unas cuantas cuadras, después de unos minutos divise la camioneta, camine hacia allí subí a este.
-Tenemos que irnos antes que la morocha despierte.-Dijo Dylan.
Ryan arranco, volte hacia mi lado y allí estaba ella dormida, entre los brazos de Dylan. Algo se prendió dentro de mi, quería golpear a Dylan hasta que perdiera la conciencia, respire onhdo.
-Dame a la chica.-Le dije acomodandome para ponerla en mi regazo.
-Esta bien aquí.-Me respondió este.
-Da-me-la.-Le dije lento, y pausado, el me conocía y sabia cuando estaba enojado, asintió frenéticamente. Me la entrego delicadamente sin despegar sus ojos de mi cara, la divise bien estaba mucho mas hermosa en mis brazos. Después de unas horas que al parecer fueron cuatro, llegamos, tuvimos que salir de las vegas, si es que no queríamos que nos encontraran.
-Estaciona el auto en la cochera, mañana llevatelo a primera hora y desaparecelo ¿entendido?.-Le ordene a Dylan. El asintió.-Bien, llevare a esta morocha a la habitación, no queremos que se den cuenta.-Dije soltando una risa.
La lleve a una habitación, en dónde había una cama, un armario y un baño, la recoste en la cama no sin antes atarla saque las esposas, le coloque una en la muñeca derecha, y la otra al respaldo de la cama, la arrope, apague el foco, cerré la puerta con pestillo, y para asegurarme, cerre la puerta con un candado.
Me diriji a mi habitación, me recoste y con una sonrisa en los labios, caí en un sueño profundo.
Lidya Walker's POV.
Abri mis ojos por el tremendo dolor en mi muñeca, moví mi muñeca derecha bruscamente.
-Ahh!.-Grite sintiendo mucho mas dolor.
Cuando logre divisar bien en donde estaba me sobresalte ¿esta no era mi casa o si?.
Gire mi cabeza para ver que me impedía mover la muñeca, y era algo de metal, abrí mis ojos como platos, fui recordando poco a poco lo sucedido me removí en la cama.
-Ayuda!.-Grite, aguantando el dolor en mi muñeca.
Escuche como sonaba un ruido extraño, luego la puerta se abrió de golpe.
-Podrías cerrar la boca.-Una voz masculina hizo que la sangre se me helará estaba tensa, el miedo me estaba comiendo viva.-Si te callas saldrás viva de aquí, mientras tanto duerme es temprano.-Dijo este, lo pude mirar bien, era un chico como de unos 20 años, tenia pelo negro, y era blanco. Se dirijio a la puerta y la cerro estrellándola fuertemente por un momento pensé que la pared se caería.
Empeze a forcejar mi muñeca para poder sacarlo de este, pero fue imposible estaba muy sujetado a mi muñeca.
-Ay alguien allí!?.-Grité.-Ayuda!.-No me iba a quedar cayada.-Por favor!.-Dije esta vez llorando.
La puerta se volvió a abrir esta vez venia un chico diferente, me quede inmóvil, trague en seco, su mirada se me hacia familiar, se acerco amenazadora mente hacia mi, agarro mi cuello bruscamente.
-Agh.-Grite están vez salio un grito ahogado, sentí un golpe seco en mi espalda asiendome estremecer.
-Si tan solo cerraras esa linda boquita, no te pasara nada.-Dijo el chico con ojos color avellana, se notaba furioso, asentí llorando, me soltó, su mirada se suavizó.-¿Tienes ambre?.-Pregunto, yo negué.
-¿Donde estoy?, ¿Que quieren?, ¿Me mataran?.-Susurré lo ultimo con temor.
El apretó la mandíbula, y una cierta obscuridad tiño sus ojos.
-Estas en mi casa, a ti, y si no te callas tal vez.-Contesto a mis preguntas, acariciando mi mejilla, me asuste mas, con un movimiento brusco moví mi cara asiendo que retirara su mano.
-No vuelvas a tocarme.-Susurré lo bastante alto para que escuchara y lo mire con asco.
Volvió a estamparme contra la pared pero esta vez mas fuerte, solloze a todo pulmón.
-No vuelvas a decirme que tengo que hacer o que no, no vuelvas a mirarme así ¡entendido!.-Grito con la mandíbula apretada, asentí frenéticamente.-No sabes quien soy así que primero piensa antes de actuar.-Y con eso salio, echando humo por los oídos, me quede inmóvil, ¿quien eran ellos y que querían hacerme? Me pregunte.
Justin Bieber's POV.
¿Como se atrevía a hablarme hací? Maldita perra.
Salí de allí antes de perder el control y desquitarme con ella. Tome las llaves, y salí de la casa me subí al coche y me diriji a un prostíbulo tenia que desquitarme con alguien y así lo haría.
Una puta muy buena se acercó ami moviendo sus caderas.
-Hola guapo, ¿como te llamas?-Se sentó en mi regazo.
-James.-Menti.-¿Cuanto cobras por una aventura?.-Le Sonreí, ella me sonrió igual se levanto, me tomo la mano y me guió al que parecía ser un cuarto.
Se encontraba un sofá, me empujo en este.
-No lo se, si lo haces tan bien como te vez no te cobro nada.-Dijo, se sentó en mi regazo, me quito la chaketa, y ataco mis labios correspondí a su beso desenfrenado, la agarre del culo y la apreté a mi polla.
-Ahh.-Gimió.
Guíe una de mis manos un uno de sus cenos erisados, lo acaricié sobre la tela recibiendo otro gemido de su parte, se separo de mi, agarrando su blusa de un extremo levantándola por completó, dándome una vista espectacular de estos, guíe mi boca a uno de ellos lo succione.
-Ah!.-Gimió, se arqueo, acercándolos mas a mi cara, con mi otra mano jugaba con el otro.-Te quiero adentro James.-Me levante lentamente y la coloqué en el suelo, baje mis pantalones, enseguida baje los boxers liberando mi erección, se arrodilló y la tomo entre sus manos, lamió la punta asiendome gruñir, la metió por su boca succionando, la tome por detrás de su cabeza acercándola más, gruñi, cuando sentí que ya me venia, hize que parara, me coloque el condon, la levante del piso, le quite bruscamente la falda que estaba empezando a molestar, ya que estábamos completamente desnudos, me senté en el sofa asiendo que esta se sentara abierta en mi regazo.
La penetre cerré mis ojos imaginandome a Lidya moviendo sus caderas.
-Así es nena, muevete.-Dije agarrando sus caderas y moviéndola al compás de mis movimientos.
-James!.-Grito la morocha viniendose.
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Lidya Walker's POV.
Desde que el chico se fue, no se escucho ningún ruido en la casa, sentí miedo ¿que iban a hacerme? Esa pregunta pasaba una y otra vez por mi cabeza, ¿que iba a pasar con Luiggy, mi familia, mis amigos, estaria aqui para siempre?.
No tenia hambre, tenia unas ganas inmensas de ir al baño, mi muñeca dolía, y mis ojos ardían de tanto llorar los sentía hinchados.
Se escucho un portazo, y unos pasos acercarse, me asuste, asiendome quedar inmóvil.