𝗟𝗲𝗺𝗼𝗻 𝗕𝗼𝘆 ⊹ ♥︎ 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾 𝖡𝖺𝗃𝗂 [FINALIZADO]

𝙩𝙝𝙧𝙚𝙚

— ¡Naoko-onechan! — Entro mi hermana a mi cuarto.

No sabía que hora era pero ya era día domingo y realmente no tenía ganas de levantarme de mi cama por ciertas razones, estaba segura que hoy iríamos a comer con Keisuke y su familia, lo cuál no me desagradaba para nada pero con solo ver a Keisuke me daba algo de rabia por lo que habíamos hablado el día anterior con el tema de Moebius.

— ¿Qué quieres, Umiko? — Pregunté.

— Mamá dice que te vayas a bañar para ir a la casa de Keisuke-nichan.

— ¿Podrías decirle a mi madre que venga, Umiko? — La niña asintió.

Luego de un rato mi madre estaba ya casi lista para ir a la casa de nuestros vecinos, es decir sus amigos pero al verme en cama realmente me miro algo molesta.

— Déjame adivinar, ¿te peleaste otra vez con Keisuke? — Hice un puchero.

— Keisuke es un idiota. — Me escondí debajo de las sábanas.

— Claro, lo que digas... Al menos anda a comer, luego puedes venirte si quieres. — Negué.

— N-no... Luego se me hará difícil venirme.

— Por que seguramente te arreglarás con Keisuke en cuanto lo veas, ¿verdad? — La mujer que es sentaba en mi cama se rió. — Siempre te enojas con él y luego solamente lo olvidas.

— Pero esta vez me enoje de verdad.

— Naoko, ve a ducharte...

— ¡No entiendes nada! — Exclamé.

— Sólo entiendo que te gusta mucho Keisuke.

Me puse colorada para así sacarla de mi habitación, y así comenzar a escoger ropa para luego meterme a bañar.

( 🍋 )

— ¡Keisuke-nichan! — Gritó Umiko en cuanto miro a Baji.

Había terminado viniendo igual a su casa, salude a su madre para así luego estirarme en el sofá mientras que mi hermana se robaba por completo la atención de Keisuke.

Al parecer él también estaba enojado por mi decisión, sin embargo tome mi teléfono mientras que me mensajeaba con Chifuyu sobre lo que había pasado, la respuesta de Chifuyu fue similar a la de Keisuke. Ninguno quería que yo me uniera a pelea con Moebius.

Algo enojada lancé mi celular a un lado mientras que cerraba mis ojos pensando en todo lo que pasaba, ¿acaso no era fuerte?

— ¡Umiko me asustaste! — Le comentó a la niña que sostenía un papel.

— Keisuke-nichan dijo que te lo pasará.

Tome el pequeño trozo de papel que contenía una letra que reconocía sobre todo por la mala ortografía del pelinegro.

"Ven a mi habitación, ahora."

Suspiré para así levantarme del sofá mientras que subía las escaleras para así llegar a la habitación de Keisuke este estaba acostado en su cama mientras que me miraba.

Sin pensarlo mucho, me acerqué a él para acostarme a su lado mientras que evitaba contactó visual con él, escondí mi rostro en el pecho ajeno.

— ¿Podrías pensarlo otra vez, Naoko? No quiero ponerte en pelinegro. — Volvió a comentar.

— Keisuke... Yo también soy parte de Toman.

— Lo sé, pero también eres importante para mi... No puedo permitírtelo.

Volví a mirarle enojada mientras me alejaba un poco de él para así decirle algo herida.

— Otra vez me estás dejando atrás, Keisuke.

— ¿Otra vez? — Preguntó confundido.

— Cuando fundamos Toman te fuiste alejando de mi, conociste a Kazutora. — Baji se puso alerta. Era un tema sensible — Si tan solo me hubieran escuchado...

— Naoko.

— Yo les dije que era mala idea, pero se alejaron de mi.

— Naoko. — Volvió a llamarme.

— ¡Shinichiro estaría vivo! — Exploté.

— ¡¡¡NAOKO!!! — Gritó mientras que yo me separaba de él.

Me levanté de la cama para así volver a explotar, ahora mismo parecía una bomba. Estaba herida por aquel abismo del pasado que estaba en mi espalda, aquella sensación de que pude hacer algo para intervenir. Me comía la cabeza.

— ¡Siempre me dejas atrás! Primero, Manjiro... Luego Kazutora, ahora Chifuyu...

— Te equivocas, tú eres mi mejor amiga. — Me explicó. — Sólo quiero que entiendas que esta pelea no debes ir, es peligrosa.

— Siempre todo ha sido peligroso, Keisuke. — Le miré con ojos algo llorosos. — S-sólo... quiero estar contigo.

Dicho eso salí corriendo de su habitación mientras que la madre de Keisuke me miraba bajar de aquella manera, seguramente había escuchando los gritos de nuestra pelea. Avergonzada salí para así irme a mi casa y encerrarme en mi habitación.

Me quedé dormida luego de eso.