taeyong vive en un cuento de hadas, con el esposo perfecto y la vida perfecta, pero todo se viene abajo y la realidad le da una cachetada para hacerlo poner los pies en la tierra; cuando, mientras celebraba el aniversario de una década de casado, u...
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─¡Yuta!, Yuta despierta por favor.─ Mark lo movió despacio tratando de despertarlo.
El japonés rodó en la cama, luego lo miró con el ceño fruncido cuando se fijó en la hora. ─Van a ser las cinco de la mañana, ¿qué es lo que pasa?
─A Jaemin le pasa algo, no sé qué tiene─ dijo casi desesperado. ─,nunca se había enfermado y no sé qué hacer.
Yuta se levantó de la cama rápidamente, tampoco tenía idea de que hacer.
─Háblale a Taeil para que traiga el coche, iré a ver que tiene.
Se apresuró a la habitación del niño, ¿esto no podía estar pasándole a él?, primero su Yongie, ahora Jaemin.
Jaemin se estaba quejando de él dolor en su estómago, sintió su frente descubriendo que tenía temperatura.
─¿Qué tienes bebe?, ¿qué te duele?
─Todo.─ se quejó el niño.
─Ya viene para acá, ¿qué es lo que le pasa?─ Mark de apresuró a la habitación mientras se ponía un suéter.
─No tengo idea, no soy médico Mark y tampoco tengo experiencia con los niños.
─Yo tampoco, no sé qué hacer, es que nunca se había enfermado.
─Lo lleváremos al hospital por ahora, vamos campeón.─ le dijo al niño.
Yuta lo tomó en brazos y salió con Mark a esperar a que Taeil trajera el coche, apareció pronto y ambos subieron.
─Llévanos al hospital, el de siempre.─ le ordenó.
Taeil asintió y arrancó.
─Espero que sólo sea una pequeña infección.─ le dijo a Mark para tranquilizarlo.
─¿Eso crees?
─Sí, de seguro comió algo que le hizo daño en el preescolar.
─Eso espero, no sé qué haría si algo malo le pasará.─ le dijo abrazándose a sí mismo.
─Tranquilo...─ palmeó su espalda. ─yo estoy aquí.
─Lo sé─ Mark tomó su mano. ─,lo sé y te lo agradezco, no sé qué sería de nosotros sino te hubiera contactado.
─Lo siento Mark─ esta vez fue Yuta quien tomó su mano cariñosamente. ─,me porte muy mal cuando me buscaste y me dijiste que tenía un hijo, pero ahora no puedo hacer más que agradecerte, Jaemin se ha vuelto mi razón para vivir.
─Y la mía también.─ Mark le dijo sincero. ─Los amo a ambos.─ tomó el rostro de Yuta y unió sus frentes.
El japonés se movió incómodo por la confesión.
─Sí, yo también te aprecio como el padre de mi hijo.─ le dijo y el ambiente cayó en un incómodo silencio.
─Tal vez tu ahora...
─Ya casi llegamos.─ le interrumpió Yuta. ─Bebé despierta.─ dijo dirigiéndose a Jaemin.
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