taeyong vive en un cuento de hadas, con el esposo perfecto y la vida perfecta, pero todo se viene abajo y la realidad le da una cachetada para hacerlo poner los pies en la tierra; cuando, mientras celebraba el aniversario de una década de casado, u...
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Yuta pasó su mano por su cabello, todo estaba saliendo mal.
Y tenía que ir a ver a Jaemin como le prometió, no tenía ganas, no podía pensar en Taeyong y su divorció sin tener deseos de golpear algo.
Lo peor de todo es que todo lo sacaba de sus estribos y terminaba poniéndose peor. Se lo merecía tal vez, tenía un hijo con otro, pero no amaba a Mark sólo estuvo ahí en el momento y lugar equivocado, cuando Taeyong le había dado la espalda y había dejado su cama fría.
¿Cómo se iba a imaginar que Mark quedaría embarazado?, si ni siquiera recordaba la noche con él. La única prueba de lo que había hecho era Jaemin, su hijo y aunque rogó que fuera una mentira, una alimaña del hombre para sacarle dinero, el niño llevaba su sangre, no sólo en la prueba de ADN sino también por el parecido.
No podía negar que el niño era suyo.
Fue hasta la oficina de Taeyong y lo miró acomodar sus cosas.
─Voy a firmarte el divorcio,─ le dijo, Taeyong dejo de hacer lo que estaba haciendo sorprendido. ─no quiero pelear contigo, ya no, eso no significa que renunció a ti porque no te amo, sino todo lo contrario, te amo, siempre te he amado y siempre voy a hacerlo.
─Un hombre que engaña no ama.─ el pelirrojo le reclamó.
─Ni siquiera lo recuerdo.
─Y yo nací ayer.─ Taeyong acomodó sus lentes de lectura y se colocó frente a la computadora, Yuta maldijo por lo sexy que de veía con ellos. Tan follable.
Ignoró sus estúpidos instintos y se obligó a pensar con la cabeza de arriba.
─Es que no me has dejado explicártelo, estaba borracho, enojado y frustrado contigo.
─¡No trates de culparme!─ lo miró indignado y con ganas de golpearlo de nuevo o aventarle lo primero que se le cruzara en frente.
─Me lanzaste la ley del hielo.
─¡Me negaste tener un hijo Yuta!─ gritó Taeyong apretando los puños. ─¡A pesar de que yo tenía muchas ganas de tener uno!, ¡Yo era él que tenía derecho a estar enojado no tú!, ¡Yo era él que tenía derecho a estar frustrado porque me negaste esa oportunidad!, "no quiero, no es tiempo, no lo necesitamos", siempre era lo mismo.
─Lo hice por ti, porque te amo.
─¡Pero yo lo quería!
Yuta lo tomó por lo hombros. ─¡Abortaste maldita sea!─ le dijo alterado zarandeándolo de un lado a otro. ─¡Como pretendías que te dejará tener un hijo si existía el riesgo de perderte!
─Era un niño Yuta, tenía dieciséis años y mi cuerpo no estaba preparado, pero me volví un adulto y no quisiste.─ Taeyong se defendió.
─No te engañes ni trates de engañarme a mí.─ le dijo el moreno soltándolo. ─No querías un hijo, querías el remplazo del primero.
Taeyong abrió los ojos e iba a golpearlo de nuevo pero esta vez Yuta lo detuvo. ─No me pegaras de nuevo, ya lo dije, no quiero pelear contigo, firmaré el maldito divorció y te dejaré hacer lo que quieras.
Taeyong volvió a su asiento, dejo que Yuta se fuera y se puso a llorar nuevamente.
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