taeyong vive en un cuento de hadas, con el esposo perfecto y la vida perfecta, pero todo se viene abajo y la realidad le da una cachetada para hacerlo poner los pies en la tierra; cuando, mientras celebraba el aniversario de una década de casado, u...
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─¿Cuándo vas a dejar de ver ese periódico?─ le preguntó Mark sentándose a su lado y entregándole una taza de café. ─Déjalo ir, se ve muy feliz con el hombre, ya hasta formalizaron su relación.
─Ya lo he dejado ir.─ le dijo. ─No me he metido en su vida ni nada por el estilo.
─No se trata sólo de eso─ le dijo tocando su pecho justo en la parte donde estaba su corazón. ─,se trata de que lo dejes de ir desde aquí, de tu corazón no sólo de su vida.
─No es algo fácil.─ admitió.
─Sólo debes dejar a alguien más entrar para sanar tus heridas.
─¿A alguien como quién?─ Yuta ya sabía esa respuesta.
─Como yo, no espera...─ dijo antes de que lo rechazara como otras veces. ─me enamore de ti, es imposible no hacerlo, me enamore de tu forma de ser, de la forma en la que tratas a nuestro hijo, las cosas no tienen que cambiar, ya vivimos juntos.
─Yo no te amo─ le dijo. ─,no es sano para ti.
─No me importa, sólo quiero que estés aquí conmigo.
Yuta tomó su mano y le dio un beso en la frente. ─Ya estoy aquí contigo, con ustedes dos, eso no va a cambiar no temas, yo me quedare aquí, te lo prometo, te lo juró esta vez no fallaré, cumpliré mi promesa.
─¿Estás seguro?─ le preguntó uniendo sus frentes. ─No quiero estar solo, estuve solo mucho tiempo, antes de conocerte no era más que un drogadicto y fuiste tú quien me dio las razones para vivir, Jaemin, pero ahora que te conozco no estoy seguro de poder seguir adelante sin ustedes dos.
─Mark, no voy a dejarlos como prueba estoy vendiendo la casa en la que vivía con Taeyong y él ya está con otro hombre, no hay razones para que yo deje a mi hijo o a ti, tú lo dijiste, es un paquete completo.
─Gracias.─ Mark lo beso de repente. ─Voy a enamorarte, lo sé.─ le dijo.
─Papá.─ Jaemin apareció en la puerta de la cocina.
─¿Qué pasa campeón?─ Yuta extendió sus manos para abrazarlo.
─Tuve una pesadilla.─ le dijo tallándose los ojos.
─Oh bebe...─ Mark lo abrazo y lo dejo en las piernas de Yuta. ─no pasa nada, tus padres están aquí.
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