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    ⫘⫘⫘⫘ ⌕⿔ CAPÍTULO DOCE

— ¿Jean? él es un maldito, que lo que quiere lo consigue, así le cueste la vida

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— ¿Jean? él es un maldito, que lo que quiere lo consigue, así le cueste la vida. — hablaba con Annie.

— ¿Y entonces piensas que te quiere a ti? — cuestionó ella.

— No me había hablado por meses, fue extraño leer un mensaje de él.

— Darte otra oportunidad con él no estaría mal, todas las chicas quieren que ese chico las ate y esas cosas, aparte, se rumora que tiene la tula grand...

— Shhh. — reí. — No hables ese tipo de cosas de mi ex. — me puse roja. Ese rumor era real.

— O sea que sí la tiene — con sus manos hizo como si midiera el tamaño de algo.

— Annie, basta. — le di un golpecito en su cabeza.

— Okey. ¿Y qué me dices de tu vecino? — levantó su ceja divertidamente.

Ella sabía que Eren me gustaba.

— Con él no ha pasado nada, solo nos saludamos cuando nos vemos, y ya, es todo. — Joder, quisiera contarle todo lo que he hecho realmente con ese chico.

— Oh, ¿y qué esperas para hechizarlo con tus encantos?

— Jajaja, cuestión de tiempo. — le hice un guiño.

— El tiempo se acaba rápido, Kyo, no tardes porque hay más chicas detrás de él, ya lo deberías de saber.

— Síp, lo sé. — jugué con mis manos mientras sonreía.

(...)

— ¿De qué color quieres la veladora? traje: blanco, rojo, negro y azul. — habló el ojiverde.

Ya estábamos en la habitación de su casa. Semidesnudos.

— Rojo me gusta.

— Buena elección, también tengo unas bolas chinas, sería bueno que experimentes si estás cómoda al usarlas.

— Esas son para hacer un tipo de ejercicio pélvico, ¿no? — por lo que había investigado, para algo así eran.

— Haces contracción inconscientemente, para que no se salgan de your pussy. — estas últimas dos palabras las dijo en un tono excitador. — No todas las mujeres puedes aguantar llevarlas dentro más de un minuto, así que está bien si las brotas seguido.

Asentí.

— ¿Pero entonces qué haremos primero?

— Incate, y las manos atrás. — ordenó.

Rápidamente obedecí e hice lo que pidió.

Se bajó su bóxer y acercó mi rostro a su entrepierna.

— Sabes qué hacer. — echó todo su torso hacia atrás al sentir mi boca teniendo contacto con sus genitales.

Su pie derecho empezó a introducirse en mi feminidad, y comenzó ha acariciar por encima de mis bragas, aunque las tuviera puestas, igual se podía traspasar mis fluidos.

— Ahm... — jadee.

— Sigue con tu trabajo, no te detengas. — habló.

Mi zona palpitaba y los movimientos del pie del ojiverde comenzaban a ser más rudas.

Al ir sintiendo más placer, me vi en la necesidad de dar saltitos, haciendo que mis jugos vaginales salpicaran en el pie de Eren.

— Ugh — sujetó mi cabeza con fuerza, y la separó de su entrepierna. — Limpia tus porquerías con la boca.

— Los pies no son mi fetiche.

— No te pregunté, hazlo. — su respiración era agitada.

Asentí y agaché mi cabeza a lamer mis propios fluidos que se encontraban en su pie.

Él se levantó y me cargó, para llevarme a la cama, me recostó en esta y después prendió una veladora roja.

— ¿Cómo sigue el piercing de tus pezones? — acaricio los alrededores de estos.

— V-van bien.

Jaeger me ignoró, besó mis labios salvajemente, y después se puso encima mío, de modo que una de sus piernas quedará entre de mis muslos.

— Quiero escucharte gemir, así que esta vez seré más rudo de lo normal. 

Mordí mi labio interno.

Eren tiraba gotas de cera en mi abdomen, ocasionando que me retorciera un poco. Al mismo tiempo estimulaba mi clitorís con su rodilla.

Al casi forrar mi abdomen por completo con cera, prosiguió a hacer lo mismo, pero ahora en mi pecho, sin llegar a dañar mis piercings.

Me limitaba a cuervear mi espalda.

Sentí la palma de su mano golpear mi feminidad.

— Mh... — lo miré.

— ¿Te haces la rebelde? Veamos si esto no te hace gemir, y sigues calladita como hasta ahora.

Se colocó un condón texturizado. Uno con unas bolitas por todas partes.

Al instante me embistió.

Gemí, mis gemidos parecían gritos. El sentir su miembro tan caliente, y que aún me siguiera regando cera por mi cuerpo, era inevitable.

Lo estaba haciendo rudo y rápido.

Mi orgasmos estaba por llegar. Él al sentirlo, puso sus dos manos en mi cuello, apretándolo, de este modo podía acelerar más sus embestidas, hasta que mis paredes vaginales se contrayeran.

— ¿Quieres darle a enterar a media colonia que te follo? ¿O presumirles que estás teniendo sexo? — preguntó.

Al parecer sí estaba gimiendo muy fuerte.

wajajd bueno, dato q les doy: las bolas chinas son esferas que dentro de estas tienen otras esferas, pero más pequeñas, y que tiene un ligero peso, normalmente van acompañadas de un cordón, y más allá del placer, tmb ayuda a fortalecer el suelo pé...

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wajajd bueno, dato q les doy: las bolas chinas son esferas que dentro de estas tienen otras esferas, pero más pequeñas, y que tiene un ligero peso, normalmente van acompañadas de un cordón, y más allá del placer, tmb ayuda a fortalecer el suelo pélvico

❝Sadismo❞ || 𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫 (+¹⁸)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora