❝Sadismo❞ || 𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫 (+¹⁸)

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Mis muñecas atadas por detrás de mi espalda, y mis piernas separadas debido a la barra separadora que Eren me había colocado. No podía ver lo que él me hacía. Tenía mis ojos vendados.

— Mhg, mira esto. — pasó las sueves yemas de sus dedos desde mi ombligo hasta mi feminidad.

Tampoco tenía permitido hablar o gemir. Mordía mi labio inferior para evitar hacer algún tipo de sonido.

A los pocos segundos sentí algo caliente caer cerca de mi cuello. Solté un suspiro pesado.

Jaeger comenzaba a regar gotas de cera por la parte de mi pecho, ocasionando que mi piel se pusiera china, y mis pezones se endurecieran.

Al mismo tiempo colocó un vibrador cerca de mi clitorís, apenas lo rozaba. Pero eso ya era suficiente para tenerme bastante excitada.

— Quiero que de tu propia boca salga la verdad sobre Jean y Mikasa. Quiero que me digas si ese cabron la tiene tan grande como yo.

Lo analicé, Jean la tenía grande, pero no tanto como Eren. Mis labios formaron una sonrisa, imaginado lo llenadero que sería tener un trío con aquellos dos.

— ¿Cómo te lo hizo? ¿Fue tan bueno como el sexo que yo te doy? — derramó más gotas en mi estómago, y acercó más el vibrador a mi clitorís.

— Fu-fue bueno. — no podía hablar, a menos que fuera para responder preguntas que él me hacía.

— ¿Qué tan bueno? Calificálo. — escuché cómo sacaba su miembro de su pantalón.

Quitó el vibrador de mi zona, y seguido de esto sentí su genital chocar con mi feminidad.

Estaba caliente y duro. Encurvé mi espalda. Necesitaba tenerlo dentro.

— Die-z de diez. — dejó caer más gotas de cera, me quemaban, pero las podía soportar.

Una leve capa de este líquido se formaba por todo mi pecho y parte de mi estómago, emitiendo mis pezones.

— Lo dices para joder ¿no? Atente a las consecuencias, y más te vale no lloriquear. — se fue por unos minutos, pero escuché sus pasos al regresar.

Sin previo aviso introdujo un pene de goma en mi feminidad. Lo penetró con rudeza.

Mis ojos se aguadaron. Quería gritar.