𝗖𝗢𝗠𝗢 𝗟𝗘 𝗗𝗜𝗚𝗢 - 𝗞𝗮𝘆𝗻𝗲𝗮 ✓

❝𝗩𝗘𝗜𝗡𝗧𝗜𝗨𝗡𝗢❞

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𝗜𝗩𝗢:

Una vez saqué a Emily a la calle y vi como se iba a quien sabe donde, pude respirar, cerré la puerta y apoye mi espalda en esta deslizándome hasta el suelo.

Todo paso tan rápido, todavía tengo la sangre helada de lo que fue volver a verla, y peor aún el ver como buscaba a Joaquin, si él hubiera estado acá de seguro le daba un ataque de ansiedad, por suerte esta en el estudio con Asan, no se porque mi mente lanzó lo de su supuesto suicidio, pero al parecer funcionó ya que Emily no está acá.

Aunque yo más que nadie sepa que fue un simple engaño, me duele el pecho de solo imaginarlo. De esto no le diré una palabra a mi rubio, y si ella vuelve a buscarlo algo inventaré pero no puedo permitir que él la vea de nuevo, no quiero correr el riesgo de perderlo.

Tomé mi celular entre mis dedos y busqué su número, me hizo mal decir esas cosas sobre él, necesito escuchar su voz y saber que esta bien.

—Ivo! hola justo pensaba en llamarte.—

Expulsé todo el aire que tenía comprimido en mis pulmones mientras esperaba a que me atendiera junto a un leve sollozo.

—Eu Iv estás bien? estás llorando?—

—Si, estoy bien, pasa que nada mi favorito de la serie murió pero sabés es aún peor! lo mataron! y solo porque el pelotudo del papá no quería que él esté con su hija. Es muy triste Joa!— esta parte de la historia si era real y la razón por la que antes lloraba.

—Ay chiquito te entiendo pero no llores ya? después te va a doler la cabeza, yo ahora voy de vuelta a casa y si querés llevo helado así se te pasa.—

—Siii! y apurate lindo que te extraño una bandaaa.—

—Tranqui que voy, y yo igual te extraño amor.—

—Pará, me dijiste "amor"?—

Hubo un silencio y aunque no pudiera ver su cara supe que se sonrojó.

—Em s-si, te molesta?— incluso cree que me puede incomodar, mi vidaaa.

—Para nada amor, te espero acá cuidate y si pasa algo me llamás.—

—Dale lindo nos vemos.— dijo y cortó.

Alejé el celular de mi oído con una sonrisa imborrable en mi rostro, amo como de a poco Joa se va soltando más conmigo.

[...]

—Ivo, llegueee!—

Me levante casi de un salto del sofá y corrí hasta la entrada, para ver a mi rubio hermoso esperándome con los brazos abiertos.

—No sabés lo que te extrañé.— me separé un poco del abrazo para buscar sus labios y besarlo.

Él me tenía por la cintura y yo lo rodeaba con mis brazos por el cuello, asi nos quedamos por unos segundos disfrutando de los labios del otro.

—Mirá lo que te traje.— se separó de mi levantando del suelo una bolsa con un pote de helado adentro.

—Ayy te amo, te amo, te amo.— dije dando piquitos por toda su cara.