𝕯𝖎𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊《𝐇𝐚𝐧𝐦𝐚 𝐒𝐡𝐮𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜》

Capítulo 1

| Desconocidos |

Mi nombre es Alice, y tengo 17 años.

Soy una chica aparentemente normal, mido 1.65, mi piel es algo rosada, no tengo un cabello ni ojos muy llamativos, y bueno para partir mal... desde muy pequeña supe que mi vida no sería feliz.

Puede sonar extremadamente dramático y exagerado, pero... a mis 8 años encontré el cuerpo sin vida de mi madre en el baño, a causa de la violencia por culpa de mi padre, una imagen macabra que me atormenta cada noche, aunque no es algo que me guste recordar o admitir, y ser tan directa para hablar de una tragedia, realmente logra ponerme incomoda.

Al principio no lo entendía, pero ahora a mis 17 comprendo todo perfectamente, mi padre nos golpeaba constantemente, hasta que un día mi madre... tomó su decisión. No la culpo, pero me abandonó con ese monstruo que se hacía llamar padre y como si fuera poco... lo asesinaron al año después de la muerte de mi madre por todas las deudas que tenía pendiente, no lo recuerdo con nada de cariño.

Mis abuelos no quisieron encargarse de mi, tampoco mis tíos y familia más lejana, ya que sabían la actitud de mi padre y temían que yo fuera igual a él, por lo cual como era de esperarse quedé a la deriva en un orfanato, abandonada totalmente y sufriendo horribles tormentos en aquel lugar en donde solo se encargaban de repetirte lo horrible que eras y golpearte de manera constante, algo traumatico, pero al menos aprendí a defenderme.

Me escapé de allí a mis 15 años, los primeros días fueron duros, pero luego aprendí a sobrevivir de alguna manera poco sana. Mi sustento... eran las peleas.

-Alice. -me llamó Nobuto, el líder de la pandilla en la cual me encontraba no por lealtad, si no por dinero, era un chico grande y musculoso, pero solo era un idiota- ayer uno de mis chicos quedó en el hospital por culpa de un tal "Dios de la muerte" un imbécil. -sacó algo de su bolsillo lo cual observé- eso te pagaré si lo asesinas. -me mostró una cantidad de dinero y me pasó un arma.

-no soy de asesinar a nadie. -no recibí su arma.

-al menos dale una advertencia, dispara en sus dos piernas.

Trague saliva y algo insegura tomé aquella pistola.

-¿como es ese tal "Dios"? -pregunté.

-su nombre es Hanma Shuji. -sacó su móvil y me mostró una foto del chico, lo miré por un buen rato hasta que asentí- en estos momentos se encuentra solo, lo vieron en un bar, el más cercano de aquí. Ese bar solo tiene salida por un callejón, no te será difícil disparar. Además nadie sabe quien eres.

Tenía razón... yo me vestía como un chico para ocultar mi identidad y a la vez mantener la reputación de la pandilla, algo estúpido pero acepté. Estaba lloviendo de manera torrencial, no era de noche, pero el día increíblemente nublado hacia ver las calles oscuras y con pocos colores de tonalidades grises.

-esta bien, lo haré. -asentí mientras tomaba la mitad de la paga de manera anticipada e iba a buscarlo con aquella arma.

Fui hacia uno de los bar más cercanos, desconozco la edad o reputación de ese tal Hanma, pero solo debía cumplir con lo mío, sin avisos, sin preguntas ni presentaciones, solo una advertencia.

En uno de los callejones del lugar en dónde lo encontraría, iba a esperarlo afuera, pero para mi sorpresa pude ver a un chico muy alto fumando un cigarrillo tranquilamente. En definitiva era él, tenía todos los rasgos de aquella fotografía que me mostraron anteriormente. A pesar de haber lluvia estaba relajado dentro del callejón, empapado y con su cigarrillo que a penas estaba prendido, tenía unos tatuajes característicos que llamaron mi atención.