𝕯𝖎𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊《𝐇𝐚𝐧𝐦𝐚 𝐒𝐡𝐮𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜》

Capítulo 4

| Locura |

Estaba sentada al borde de un puente sin nada de agua abajo, tenía mis nudillos rojos y mi mejilla roja con un leve rasmillon a causa del golpe que había recibido, de todas formas yo había ganado.

Había golpeado a un chico por ordenes de Nobuto, no me pagó ya que ya me había pagado dinero por adelantado con el cual no había cumplido.

Desde lo del callejón, hizo como si nada hubiese pasado, yo no podía verlo de la misma forma e intentaba ser lo más precisa posible, pero aún así necesitaba el trabajo, también me había conseguido una chaqueta nueva de la pandilla.

Estaba viendo la vista del atardecer desde aquel lugar, era relajante además de que no había casi nadie, si estuviera vestido de chico tal vez me reconocerían y sería tan fácil como empujarme y morir.

Ya casi se cumplía un mes para quitarme la costura de la palma en mi mano, en ese tiempo no había visto ni hablado con Hanma, lo contactaría solamente cuando tenga que quitar mis vendas, al menos ya no eramos enemigos y me enseñó a usar un arma.

Suspiré casi agotada, esto de pelear con chicos, estar por las calles... a veces solo quería una vida normal, ir a la escuela, hacer mis tareas y buscarme la vida luego, ¿por qué era todo tan jodidamente complicado?

De pronto sentí como alguien me tomaba de los hombros lanzandome hacia adelante y luego hacia atrás rápidamente, asustada me di la vuelta ahogando un grito.

-idiota, ¿que crees que haces? -me bajé del puente.

-¿qué? ¿Ibas a tirarte? -habló Hanma divertido.

-¡no! ¡pero casi me matas y del susto también! -le reclamé. Iba a tocar mi mejilla lastimada con uno de sus dedos pero le di un manotazo- ¿que haces aquí?

-solo pasaba y te vi allí, pensé que querías tirarte o algo. -se sentó en el borde también con sus piernas abajo.

Levanté una ceja y me senté a su lado.

-siempre apareces de sorpresa, ¿eh? -miré hacia arriba.

-hm. -se encogió de hombros prendiendo un cigarrillo- ¿has ocupado el arma?

-claro que no...

-¿y entonces para qué la quieres?

-no sé que hacer con ella, así que lo mejor será guardarla de momento, por precaución.

-que desperdició. -votó el humo del cigarrillo.

-¿puedes venderme uno? -le pregunté mientras lo observaba, él soltó una risa.

-¿si quiera has fumado?

-tú también lo probaste alguna vez.

-y mírame. Olvídalo, son míos.

-pfft. -sonreí un poco- ¿alguna vez te ganaron en una pelea?

-no. -lo miré- de momento.

-que envidia.

-no hay nada que envidiar cuando lo tienes todo, es una mierda. -votó las colillas de su cigarrillo- bueno, adiós. -se levantó del puente volviendo a ponerse de pie en la calle, yo también me di vuelta aún sentada en la orilla pero con mis pies apoyados en donde estaba sentada, esta vez de lado.

-¿dónde vas?

-dame privacidad. -rió aun sin voltearse mientras seguía su camino.

Yo negué y volví a mirar hacia abajo mientras me acostaba en aquel lugar.